DEMOLITION: IMPECABLE GYLLENHAAL

El director canadiense Jean-Marc Vallee (Dallas Buyers Club), nos cuenta como Davis (Jake Gyllenhaal) interioriza la inesperada muerte de su mujer en un accidente de coche. Parte de su proceso de duelo se construye al entrar en relación con Karen (Naomi Watts) una persona del departamento de reclamaciones de una empresa.

Vallee se interesa de nuevo por un personaje que se enfrenta a un suceso traumático y la forma en cómo lo asume: en "Dallas Buyers Club", Ron Woodroof es diagnosticado de SIDA y se convierte en un activista que consigue traer a USA tratamientos alternativos desafiando al monopolio de los laboratorios, en "Alma salvaje", Cheryl Strayed recorre las montañas de Oregon en solitario para encontrarse a sí misma y superar una historia personal muy complicada. Vallee tiene algunas cualidades y algunos defectos que arrastra en sus diferentes trabajos. Su principal virtud es seleccionar buenos actores a los que saca interpretaciones sobresalientes, (para McConaughey Dallas Club fue un antes y un después en su carrera y Jared Leto ganó el Oscar a actor secundario), en Demolition, el versátil y siempre solvente Jake Gylehhaal ("Brokeback mountain", "Nigthcrawler") vuelve a brillar, es más, gracias a su labor el acusado surrealismo del guión se compensa y consigue que los comportamientos absurdos del personaje sean asumibles y se quiera saber como se resuelve la historia. Chris Cooper como su suegro, y Naomi watts, su confidente, cierran un buen conjunto de personajes aunque quizás falla un poco la química entre Jake y Naomi. 

El director es meticuloso y trabaja sobre buenas bases pero no siempre consigue tocar al espectador pese a lo dramático de las historias que elige. Su mejor trabajo con diferencia es Dallas Club donde consigue generar una empatía total con el personaje. Sus films son siempre correctos y cuidados (es una excepción aquí que el guión sea tan artificial y poco creíble), pero en general la emoción es más mérito de los actores que de la manera en que plantea las situaciones o intenta captar sus sentimientos. 

Aquí hay claramente un problema de guión, pero la excelente interpretación de Gyllenhaal salva el film que merece ser visto y que en ningún momento pierde interés aunque algunas de las escenas son exageradamente ilógicas. (Valoración: 6 sobre 10).