NUREMBERG: DOS GRANDES INTERPRETACIONES
El guionista y director de cine James Vanderlit (“Conspiración y poder“), dirige esta película basada en el libro “El nazi y el psiquiatra” de Jack El Hali. Núremberg, 1945. El psiquiatra Douglas Kelley (Rami Malick) acude a Núremberg con la misión de evaluar a 22 altos mandos del estado nazi, que van a ser juzgados, encabezados por el mariscal Hermann Goring (Russell Crowe).
Existen numerosos documentales sobre los juicios de Nuremberg y la reconocida película de Stanley Kramer de 1961 "Vencedores y vencidos". En este el caso el foco está en dos personajes y la relación que se crea entre ellos: Goring y Kelley, el psiquiatra que busca entender cómo es el mal, que se obsesiona por penetrar en la mente de alguien capaz de cometer actos como los que se llevaron a cabo en este periodo histórico. La historia trata de la singular relación entre paciente y psiquiatra, del narcisismo, de la seducción, de los cambios de poder en la relación entre ambos. La película es un constante duelo interpretativo entre los dos actores, en el que están equilibrados en cuanto a potencia y calidad. Dan lo mejor de sí mismos. Es destacable el reparto, que incluye a Michael Shannon o John Slattery, y lo bien dramatizada que está la parte final de la película, en la que se retrata la parte más significativa del juicio y las ejecuciones. Pese a que se muestran escenas ya vistas en innumerables ocasiones, resultan muy impactantes. (Valoración: 6.5 sobre 10).
Existen numerosos documentales sobre los juicios de Nuremberg y la reconocida película de Stanley Kramer de 1961 "Vencedores y vencidos". En este el caso el foco está en dos personajes y la relación que se crea entre ellos: Goring y Kelley, el psiquiatra que busca entender cómo es el mal, que se obsesiona por penetrar en la mente de alguien capaz de cometer actos como los que se llevaron a cabo en este periodo histórico. La historia trata de la singular relación entre paciente y psiquiatra, del narcisismo, de la seducción, de los cambios de poder en la relación entre ambos. La película es un constante duelo interpretativo entre los dos actores, en el que están equilibrados en cuanto a potencia y calidad. Dan lo mejor de sí mismos. Es destacable el reparto, que incluye a Michael Shannon o John Slattery, y lo bien dramatizada que está la parte final de la película, en la que se retrata la parte más significativa del juicio y las ejecuciones. Pese a que se muestran escenas ya vistas en innumerables ocasiones, resultan muy impactantes. (Valoración: 6.5 sobre 10).

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