THE BRUTALIST: SOBRECOGEDORA

El actor, director y guionista americano Brady Corbet ("La infancia de un líder"), co-escribe el guion y dirige este film. Laszlo Toth (Adrien Brody) es un arquitecto húngaro judío que escapa de Europa en 1947 e intenta abrirse paso en USA. Su esposa Erzsebet (Felicity Jones) permanece en Europa en una situación también difícil. Un día Harrison Van Buren (Guy Pierce), un adinerado empresario, ofrece a Laszlo llevar a cabo un ambicioso proyecto arquitectónico.
Muchos son los adjetivos positivos que la crítica está empleando para describir esta película, por muchos de sus componentes, la duración, rodar en panavisión (formato que prácticamente ya no se utiliza), las localizaciones, la banda sonora. La longitud, es algo que no debería desanimar a nadie, la historia y la forma de contarla no resultan monótonas, incluso podría haberse proyectado sin ese receso de 15 minutos. Y es verdad que la película puede definirse como monumental, porque varias de sus localizaciones, especialmente Carrara en Italia, con esos inmensos y sobrecogedores bloques de mármol de gran belleza, es colosal, a la vez que aloja una de las partes más oscuras de la historia. La primera parte de la película es sobre todo una preparación para la segunda, no sabemos en que dirección nos va a llevar en términos de emoción. La 2ª parte gana mucho. Suceden muchos eventos que marcarán definitivamente a un personaje tremendamente tocado por la vida. El guion tiene la virtud de que ciertas cosas solo se insinúan, pero esa falta de información no resta, ni molesta al espectador. El personaje protagonista está excelentemente interpretado por un Brody que nunca se excede pese a la tragedia que le persigue, y tiene el alma que requiere el personaje. Su mirada melancólica y su figura corporal trabajan en la dirección que requiere el personaje. También Felicity Jones, y Guy Pierce, que interpreta sin que el personaje caiga en el maniqueísmo. Estupenda banda sonora, localizaciones impresionantes, y buen tratamiento de todo lo relacionado con la arquitectura. Un historia que más allá del antisemitismo, cuenta el drama de la inmigración y la discriminación que se sufre en un país extranjero. Fácilmente ganará el Oscar porque es un exponente de lo que es el cine con mayúsculas, hecho como el buen cine de antaño, grandioso pero no petulante. (Valoración: 8.5 sobre 10).
 


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