"NEBRASKA"

A Alexandre Payne le gusta indagar en las relaciones interpersonales y parecen interesarle aún más si se producen dentro del núcleo familiar ("A propósito de Schmidt", "Los descendientes"). En "Nebraska" nos acerca a la América profunda para contarnos como Woody (Bruce Dern), un anciano con atisbos de alzhéimer, recibe el típico anuncio engañoso comunicándole que es el potencial ganador de 1 millón de dólares. A toda costa quiere Woody recoger su premio 2 estados más allá y ante su pertinaz insistencia y su imposibilidad de ir solo, uno de sus hijos, Will Forte, le ayudará en su empeño.
Payne narra esta road movie con mucho talento y con el tono correcto, moviéndose acertadamente entre la ternura y el humor. El realizador vuelve a deleitarnos con la sensibilidad y sutileza que le caracteriza tanto cuando es grave como cuando es irónico, eligiendo historias singulares y rodándolas como films independientes pero que por tratar temas universales convencen a públicos casi mayoritarios. Un realizador valiente en cuanto a sus códigos (la naturalidad le define bien) y sobre todo en cuanto a los temas y quien los protagoniza, por ejemplo, optando por contar historias con protagonistas mayores, muy mayores
(Nicholson en "A propósito de Schmidt") o poco fotogénicos (Paul Giamatti en "Entre copas").
En "Nebraska" nos vuelve a demostrar que es un maestro en definir a los dos personajes protagonistas y a sus aledaños, y en construir un guión sencillo pero muy rico, con una entrañable historia. La historia es realmente la de un  hijo en los 40 que descubre a un padre poco presente en su infancia dada su marcada predilección por la compañía de la cerveza. El hijo, gracias a la aventura que conlleva viajar a recoger el premio, será conocedor de  partes de la vida de su padre que le son totalmente nuevas, y le reconcilian con él.
Bruce Dern, actor de prolífica carrera, al fin ha conseguido con este titulo el reconocimiento (Mejor actor en el Festival de Cannes). Dern borda el personaje, sobre todo porque "actúa sin actuar", de hecho sus diálogos son brevísimos, pero todo su body language y su austera gestualidad  transmiten toda una variedad de sentimientos. El hijo, interpretado por Will Forte, con más trayectoria de TV que de cine, es el perfecto counterpart para Dern. Pero todos los personajes añaden. La madre (June Squibb), los primos, los tíos...Impagables los retratos del realizador. Los de la familia" viendo la TV con sus" intelectuales" conversaciones (nos recuerdan un poco al tipo de personaje secundario de "El hombre tranquilo", John Ford). Los retratos del pueblo donde no pasa absolutamente nada, más allá de un neón que tiembla...
La fotografía es divina, todo un acierto rodar en blanco y negro.
Una película para disfrutar sin sufrir. (Valoración: 8.5 sobre 10)




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