"MONUMENTS MEN"

Lo último de Clooney en su multifaceta como director, actor y realizador es una película fallida. "Monuments men" trata del grupo de expertos en arte designado por el ejército americano hacia el final de la 2ª Guerra Mundial con el objetivo de recuperar las obras de arte de los países que sufrieron la ocupación nazi para devolverlas a sus dueños originales.
Una historia real, muy interesante que sin embargo ha sido desaprovechada. Una historia poco conocida que merecía ser contada con respeto y rigurosidad. El problema no viene de la falta de recursos: Clooney ha reunido a mucho talento actoral (Matt Damon, Cate Blanchett, Bill Murray, John Goodman, Jean Dujardin, el propio Clooney, etc...) en una buena producción. El gran error ha sido la elección del tono de humor para contarla. Un tono totalmente inapropiado que resta a la película toda la credibilidad sin que a cambio resulte graciosa. En diversas entrevistas Clooney declara que le apetecía hacer una película bélica tipo "La gran evasión", "El puente sobre el rio Kwai", "Los cañones de Navarone", etc, tanto por el tipo de personaje como por el argumento. Entendemos que no ha sabido capturar la esencia de los títulos que nombra. Títulos, que si bien no se recrean en el drama de lo que una guerra significa en esencia (muerte, destrucción) porque el eje es la misión a cumplir, no son en absoluto films divertidos. Son películas corales con la capacidad de comunicar templanza, integridad y compañerismo de los personajes, generando la simpatía de la audiencia al mismo tiempo que entretienen por su dosis de acción.
Clooney con este tono equivocado consigue el distanciamiento del espectador, y la falta de empatía con los protagonistas. Tanto él mismo en sus propias intervenciones (se reserva un par de diálogos supuestamente importantes y serios, especialmente uno, donde interroga a un nazi) como las del resto del reparto, nos dejan fríos, siendo especialmente desatinado el personaje de Cate Blanchett, que resulta ridículo. Parece una mala caricatura de Marlene Dietrich.
Si Clooney quería hacer una comedia, o bien debería haber elegido otro tema, otra historia, o bien debería haberla jugado al histrionismo tipo "Malditos bastardos"(Tarantino). Se puede ser sobrio en el drama, se puede hacer acción, se puede hacer comedia, pero los hibridos no suelen dar buenos resultados.
Es sorprendente que alguien comprometido y reivindicativo como Clooney no capitalice correctamente esta buena historia. Una pena que no acierte habiéndonos dejado tan buen sabor de boca con los "Idus de marzo", pero dada su energía y su constante búsqueda de proyectos interesantes estamos seguros de que pronto acertará con otro titulo.
Sabe mal suspender a Clooney pero no se le puede dar más nota. (Valoración: 4 sobre 10). 



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