DESDE ALLA: DRAMA TURBADOR

Este es el primer largo del guionista y director venezolano Lorenzo Vigas. Escribe el guión junto con Guillermo Arriaga, reputado co- guionista de los primeros trabajos de Iñarritu ("Amores perros", "Babel", "21 gramos"). 

Armando (Alfredo Castro), es un reprimido de clase acomodada que busca por los barrios más pobres de Caracas a chicos jóvenes a los que invita a su casa y a los que básicamente mira. Un día conoce a Elder (Luis Silva) que no será como los demás. 

Vigas crea un drama psicológico a partir del desarrollo de dos personajes que en principio nada tienen que ver: ni su extracto social, ni su personalidad, ni su tendencia sexual, pero cada uno tiene algo que el otro quiere: Armando tiene dinero y Elder tiene un buen físico. Dos personajes aparentemente previsibles pero que sin embargo rompen el esquema de lo que se puede esperar de ellos y siguen su propio camino evolucionando la historia hacia un desenlace imprevisto. Este estudio psicológico es muy preciso y agudo en el caso de Armando cuyo estigma de la infancia le conduce a ser destructivo e incluso rechazar su propia condición sexual. El actor Alfredo Castro, que ya nos impactó en la inquietante "El Club", borda el personaje. En el caso del personaje de Elder, se podría ser más inquisitivo con algunos de sus comportamientos, lo que es indudable es la capacidad de comunicar de Luis Silva, que no es actor profesional, pero que sin embargo da perfectamente la réplica a Alfredo Castro. Interesa cómo se construye la relación entre ambos y cómo se necesitan emocionalmente cambiándose los pesos de esa dependencia a lo largo de la historia. En diversas entrevistas Vigas declara que lo que hace que nazca el nexo entre los dos personajes es una figura del padre anómala o por su forma reprobable de comportarse o por su ausencia.

A nivel formal Vigas abusa de una serie de recursos para transmitir el mundo interior de los dos personajes: poner la cámara detrás de ellos, tener en pantalla sus rostros casi constantemente para captar sus reacciones a lo que miran evitando que veamos el contexto, jugar con el enfoque y desenfoque del primer plano y el fondo... La insistencia en su utilización se vuelve en contra del objetivo porque se convierte en un " truco" visible para el espectador que resulta pesado y poco natural.
Este perturbador y seco drama ganador de un León en el Festival de Venecia que recoge ciertos rasgos de la sociedad venezolana puede ser difícil de digerir sobre todo por la forma de realizar de Vigas, pero tiene un interés innegable por los personajes presentados y un final que puede ser objeto de varias hipótesis. (Valoración: 7 sobre 10).