SIRAT: DESCOMUNAL
Oliver Laxe ("O que arde"), co-escribe el guion con Santiago Fillol, y dirige este film. Luis (Sergi López) y su hijo pequeño, Esteban (Bruno Nuñez Arjona), llegan a una rave en busca de Mar, su hija desaparecida. No la encuentran allí, por lo que deciden dirigirse a otra fiesta con un grupo de amigos que viajan juntos.
Laxe nos mete de lleno en una historia sobrecogedora. Inicialmente nos sentimos solo como observadores, como se sienten ese padre y ese hijo que buscan a su familiar en un ambiente que nos resulta muy ajeno. Música martilleante que se mete en el cerebro, e invade el cuerpo, rodeados de personas sobre las que nos preguntamos cómo han acabado en medio de Marruecos trashumando de rave en rave. Qué les ha pasado para vivir de esta forma tan libre, desestructurada, en la que más que nada se dejan llevar. Sin embargo, a medida que avanza el viaje, este peculiar grupo nos resultará entrañable, como a Luis y a Esteban. Todos ellos emprenden un camino que les llevará a enfrentarse a situaciones límite, escalofriantes, inesperadas, dramáticas. Superar ciertas experiencias será solo posible para los más fuertes.
La forma de narrar, la fotografía, la música, las imágenes, todo es excelente, y el casting es clave para dar magia y personalidad a la historia. Cada uno del grupo de amigos rave, que no son actores profesionales, (Stefania Gadda, Tonin Janvier, Richard Bellamy, Jade Oukid, Joshua Liam Herderson) tiene algo especial, tiene un aspecto singular, pero sin caer en lo exagerado. Personas que parecen estar de vuelta de todo, que no parecen tener ocupación, más allá de vagar por carreteras inhóspitas en una vida nómada y utilizar la música como escape. Un guion sorprendente, una historia descomunal de la que se sale conmocionado, removido, impactado. (8. 5 sobre 10)
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