BLUE MOON: UNA PEQUEÑA JOYA
Richard Linklater (“Boyhood", "Hit Man. Asesino por casualidad") dirige esta película sobre Lorenz Hart, famoso letrista de musicales de los años 40. Lorenz Hart (Ethan Hawke) acude a su bar de cabecera la noche en que se estrena "Oklahoma", el primer trabajo que su antiguo compañero profesional, el músico Richard Rodgers (Andrew Scott), ha escrito con otro letrista, después de haber trabajado juntos más de 20 años.
Una historia con un gran personaje protagonista, que sucede en un único lugar durante solo unas horas. Esta aparente pequeña película de Linklater es una joya. Por una parte, el texto de Robert Kaplow, basado en cartas entre Hart y Elizabeth Weiland, es formidable. Ingenioso, con el humor ácido que caracterizaba al escritor. Por otra, Ethan Hawke, en una excelente interpretación donde deja de ser el mismo para perderse en el interior de un hombre mordaz, ocurrente, con la palabra como gran don, pero con un terrible físico. Bajito, calvo, poco agraciado...y enamorado de una chica espectacular, Elizabeth Weiland (Margaret Qualley). La tarde fatídica en la que se desarrolla la historia nos hace entender la desazón de este hombre el día en que su antiguo compañero consigue un éxito arrasador en su primer trabajo sin él. Todas las sombras y luces de Hart nos son visibles, su enganche al alcohol, su vida caótica, sus complejos. Excelentes también los secundarios, el barman, Bobby Cannavale y su amada Elizabeth, encarnada por la encantadora y versátil Margaret Qualley. Maravillosa la escena que ella y Hawke comparten sentados en el suelo de un ropero. Algunos han criticado algunos planos del director para evidenciar la baja estatura del personaje, cuando Hawke mide 1.80, sin embargo, no resulta distractivo o mal hecho. Espero ver al menos a Ethan Hawke y al guion entre los nominados a los Óscar. (Valoración: 8 sobre 10).
Una historia con un gran personaje protagonista, que sucede en un único lugar durante solo unas horas. Esta aparente pequeña película de Linklater es una joya. Por una parte, el texto de Robert Kaplow, basado en cartas entre Hart y Elizabeth Weiland, es formidable. Ingenioso, con el humor ácido que caracterizaba al escritor. Por otra, Ethan Hawke, en una excelente interpretación donde deja de ser el mismo para perderse en el interior de un hombre mordaz, ocurrente, con la palabra como gran don, pero con un terrible físico. Bajito, calvo, poco agraciado...y enamorado de una chica espectacular, Elizabeth Weiland (Margaret Qualley). La tarde fatídica en la que se desarrolla la historia nos hace entender la desazón de este hombre el día en que su antiguo compañero consigue un éxito arrasador en su primer trabajo sin él. Todas las sombras y luces de Hart nos son visibles, su enganche al alcohol, su vida caótica, sus complejos. Excelentes también los secundarios, el barman, Bobby Cannavale y su amada Elizabeth, encarnada por la encantadora y versátil Margaret Qualley. Maravillosa la escena que ella y Hawke comparten sentados en el suelo de un ropero. Algunos han criticado algunos planos del director para evidenciar la baja estatura del personaje, cuando Hawke mide 1.80, sin embargo, no resulta distractivo o mal hecho. Espero ver al menos a Ethan Hawke y al guion entre los nominados a los Óscar. (Valoración: 8 sobre 10).

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