"EL MAYORDOMO"
Lee Daniels, que obtuvo un gran reconocimiento por "Precious" (2009), dirige, produce y se encarga del guión de "El mayordomo". La película, contra todo pronóstico, resulta muy fría. Teniendo la historia todos los elementos para conmover y tocar al espectador, marca una distancia sólo rota por los momentos que nos aporta la actuación de Oprah Winfrey.
Inspirándose en una persona real, Eugene Allen, que sirvió como mayordomo en la Casa Blanca a 8 presidentes entre 1950 y 1980, se crea una ficción en la se hace una revisión de la historia de la lucha por los derechos civiles de las personas de color en EEUU. Por una parte, a través de los diferentes presidentes de EEUU, pero sobre todo a partir de uno de los hijos del mayordomo, activista implicado en todos los movimientos clave de esa lucha.
Parte de la causa de que resulte tan distante el relato es el que se abarquen 40 años con numerosos sucesos por los que se pasa de puntillas, y de ahí que el outake final sea más de documental que de drama. Es rápido pensar en otros films que comparten temática, y que desde diferentes estilos narrativos y tono sí consiguen conmover. En "Criadas y señoras"(Tate Taylor, 2011) aunque de forma un tanto edulcorada se consigue tocar los sentimientos del espectador a partir de acercarnos a varios personajes de una pequeña localidad sureña. Otro caso, una gran película, muy sólida, y de gran intensidad, "Arde Mississippi"
(Alan Parker, 1988) se centra en contraponer la forma de actuar de dos agentes del FBI en la investigación de la desaparición de 3 activistas. Un placer ver en esta "dialéctica" a W. Dafoe y G. Hackman.
El otro elemento que ha impedido que la película tenga "alma", reside en el reparto. Forrest Whitaker interpreta su papel de forma tremendamente plana sin matices, sin casi cambiar de expresión en toda la película. Sólo nos regala una escena memorable, aquella en la que Whitaker y Oprah conjuntados en sus atuendos se marcan un baile lleno de complicidad y sensualidad, una escena donde se respira química entre los dos actores. David Oleyowo en el papel de hijo activista no tiene ningún carisma pese a las posibilidades que le brinda su personaje. En cuanto a los presidentes, tienen un protagonismo muy limitado. Resulta especialmente desafortunado John Cusack en el papel de Nixon, y también Robin Williams (Eisenhower) que es siempre Robin Williams aunque le caractericen. El contrapunto por positivo es Jane Fonda que en una brevísima intervención resulta idéntica a Nancy Reagan (tan perfecta que en el plano largo parece la auténtica Nancy). En cualquier caso todos ellos dan un toque más anecdótico que histórico-trascendente a la narración. Además de Oprah, son Cuba Gooding Jr y Terrence Howard, compañeros de trabajo de Forrest Whitaker en la Casa Blanca, los únicos otros actores que aportan un poco de vida a este film.
Lo mejor de la película: su dimensión de recapitulación histórica y la muy buena labor de ambientación.(Valoración: 6 sobre 10).
Inspirándose en una persona real, Eugene Allen, que sirvió como mayordomo en la Casa Blanca a 8 presidentes entre 1950 y 1980, se crea una ficción en la se hace una revisión de la historia de la lucha por los derechos civiles de las personas de color en EEUU. Por una parte, a través de los diferentes presidentes de EEUU, pero sobre todo a partir de uno de los hijos del mayordomo, activista implicado en todos los movimientos clave de esa lucha.
Parte de la causa de que resulte tan distante el relato es el que se abarquen 40 años con numerosos sucesos por los que se pasa de puntillas, y de ahí que el outake final sea más de documental que de drama. Es rápido pensar en otros films que comparten temática, y que desde diferentes estilos narrativos y tono sí consiguen conmover. En "Criadas y señoras"(Tate Taylor, 2011) aunque de forma un tanto edulcorada se consigue tocar los sentimientos del espectador a partir de acercarnos a varios personajes de una pequeña localidad sureña. Otro caso, una gran película, muy sólida, y de gran intensidad, "Arde Mississippi"
(Alan Parker, 1988) se centra en contraponer la forma de actuar de dos agentes del FBI en la investigación de la desaparición de 3 activistas. Un placer ver en esta "dialéctica" a W. Dafoe y G. Hackman.
El otro elemento que ha impedido que la película tenga "alma", reside en el reparto. Forrest Whitaker interpreta su papel de forma tremendamente plana sin matices, sin casi cambiar de expresión en toda la película. Sólo nos regala una escena memorable, aquella en la que Whitaker y Oprah conjuntados en sus atuendos se marcan un baile lleno de complicidad y sensualidad, una escena donde se respira química entre los dos actores. David Oleyowo en el papel de hijo activista no tiene ningún carisma pese a las posibilidades que le brinda su personaje. En cuanto a los presidentes, tienen un protagonismo muy limitado. Resulta especialmente desafortunado John Cusack en el papel de Nixon, y también Robin Williams (Eisenhower) que es siempre Robin Williams aunque le caractericen. El contrapunto por positivo es Jane Fonda que en una brevísima intervención resulta idéntica a Nancy Reagan (tan perfecta que en el plano largo parece la auténtica Nancy). En cualquier caso todos ellos dan un toque más anecdótico que histórico-trascendente a la narración. Además de Oprah, son Cuba Gooding Jr y Terrence Howard, compañeros de trabajo de Forrest Whitaker en la Casa Blanca, los únicos otros actores que aportan un poco de vida a este film.
Lo mejor de la película: su dimensión de recapitulación histórica y la muy buena labor de ambientación.(Valoración: 6 sobre 10).
Comentarios
Publicar un comentario