DESPUES DE LA TORMENTA:REALISMO SOSEGADO

El sensible director japonés Hirokazu Kore-eda nos trae un nuevo film donde como siempre también firma el guión. La historia comienza cuando acaba de morir el padre de Ryota (Hiroshi Abe). Ryota, a quien le gusta demasiado el juego, lleva una vida desorganizada después de haberse separado. Su madre, la viuda Yoshiko (Kilin Kiki) está muy pendiente de él.   

Kore-eda desarrolla la historia en el ámbito familiar, un entorno que le interesa y que maneja bien. Si en anteriores trabajos se había ablandado en exceso ("Mi hermana pequeña"), aquí ha recuperado el realismo sin estridencias que tan bueno le hace manteniendo esa capacidad única para definir con múltiples matices las relaciones interpersonales y desarrollar diálogos tan especiales como verdaderos. Una historia contada en tono templado sobre un perdedor, Ryota, en su búsqueda errática por reencontrar su camino. La palanca de cambio para re-enfocar su vida es su deseo de ser un buen padre y no sentir lo que él sintió hacia el suyo.
El director enriquece ese viaje de búsqueda del protagonista por no perder el vínculo con su hijo, profundizando en su relación con dos personajes. La amistad que desarrolla con un joven compañero de trabajo y la relación con su madre. Las situaciones y conversaciones con ambos están plagadas de pensamientos y reflexiones que enriquecen y dan profundidad a la historia. Destaca la interpretación de Hiroshi Abe como Ryota, alguien poco maduro que no se enfrenta a la realidad y que reproduce el comportamiento que tanto criticaba en su propio padre y Kilin Kiki una actriz adorable que protagonizó "Una pastelería en Tokio" como la madre generosa que sigue creyendo en él.
Un film sobre lo difícil que es tener objetividad sobre uno mismo y encontrar la fuerza para reprogramarse, contado con la habilidad de Kore-eda para decir verdad sin levantar la voz. (Valoración: 8 sobre 10).