EL REGALO: THRILLER CON TRASFONDO

El polifacético australiano Joel Edgerton se embarca para su ópera prima en un thriller psicológico. Debido a una oferta de trabajo, Simon (Jason Bateman) y Robyn (Rebecca Hall) cambian de ciudad y se establecen en una nueva casa. Nada más llegar, Simon se reencuentra con Gordon (Joel Edgerton), un antiguo compañero de colegio.
Edgerton al cargo del guión, la dirección y el personaje de Gordon, sale más que airoso de este film de terror doméstico. Los dos elementos claves son, la capacidad de contar una historia llena de lagunas de información que crean suspense, y desarrollar unos personajes con conflictos que construyan también sobre la intriga y la incertidumbre. Los tres tienen zonas oscuras que afectan a su presente, siendo lo más importante el pasado común de los dos hombres, que cada uno parece haber asumido de diferente forma.
El guión tiene un buen ritmo, con una primera parte de aparente tranquilidad, (un poco más larga de lo necesario), pero con pequeños detalles que van suscitando incertidumbre, una segunda parte con varios momentos de tensión, y una buena resolución con un final inteligente y sorprendente.
En cuanto a los tres protagonistas aunque es patente que no son los típicos personajes de "plástico" frecuentes en este género en el que se suele buscar solo el efectismo, el trabajo queda inacabado. De la chica se insinúan ciertos problemas que no llegaremos a saber (los intuimos y no es clave conocerlos a fondo, pero no siempre sugerir sin resolver es positivo). Frente a lo que podría parecer, no es Gordon el personaje más complejo, sino que lo es Simon, en este sentido, el guión debería haber incluido más notas de su personalidad, más situaciones donde se intuya su forma de ser y de resolver los problemas. Eso habría hecho al personaje más coherente y habría enriquecido la historia despegándola de ser sólo un buen thriller. El tema del que se trata, el episodio del pasado que será el detonante de esta historia 20 años después, es original, no es previsible, pero quizás la obsesión del director por contener la información para conseguir la máxima sorpresa, le impide fortalecer la parte dramática de la historia.
Un thriller bien hecho, entretenido, bien interpretado. (Valoración: 6 sobre 10).




 

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