PERFECT DAYS: LA BELLEZA DE LA RUTINA

El reputado director alemán Wim Wenders ("Paris Texas", "La sal de la tierra"), que durante su carrera ha desarrollado películas de ficción, pero también ha tenido largas etapas dirigiendo documentales, dirige y co-escribe el guion de esta historia que se desarrolla en Tokio. Hirayama (Koji Yakusho) trabaja como personal de limpieza de los baños públicos de la ciudad.
El ritmo de la película es lento y reiterativo, algo lógico ya que el mensaje de la película es hablar de las bondades de la rutina, de lo bueno de enfrentarse a un día similar al anterior, y similar al siguiente. Reivindica justo lo que está tan denostado hoy en día, donde parece que todos tenemos que llevar vidas trepidantes y hacer cosas inusuales que podamos contar a los demás. Esta reflexión está muy bien contada, y el actor es crucial a la hora de transmitir los sentimientos de placer, de satisfacción, de disfrute de pequeñas cosas, como mirar al cielo y ver la copa de una árbol fundiéndose en el cielo, o ver crecer a sus plantas. El actor hace una excelente interpretación capaz de pasar en segundos de una emoción a la siguiente, de la felicidad a la nostalgia que se funden al escuchar las canciones de su vida que tanto significado y recuerdos tienen para él, aunque no sepamos qué le evocan.

Sin embargo, no es una película para todos, no es apta para nerviosos o impacientes, a muchos les puede parecer excesivamente larga para lo que quiere contar y no le encontrarán el punto. Otros, entre los que me encuentro, se sentirán identificados con muchos de los hábitos de este precioso personaje que es Hirayama. Además, la película permite disfrutar de Tokio, y el estilo de vida de esta increíble ciudad. (Valoración: 7 sobre 10).