"VIVA LA LIBERTAD"

La pelicula de Roberto Ando, "Viva la libertad", promete más de lo que finalmente da. Ando, es el escritor de la novela en que se basa esta película y ha desarrollado el guión junto con Angelo Pasquini. La historia se centra en Enrico Oliveria (Toni Servillo), político italiano de la oposición que en plena campaña por la presidencia decide desaparecer sin previo aviso. Su asistente personal, Andrea (Valerio Mastrandrea), descubre que el político tiene un gemelo con el que no tiene relación desde hace años, y se le ocurre traerle para suplantar al político a modo de solución transitoria. El gemelo es un inteligentísimo pensador  que sufre un desorden bipolar.La sorpresa es el carisma y capacidad de generar ilusión del gemelo (también Toni Servillo), mucho más alta que la del auténtico político.
La baza de la película es sin duda contar con el fascinante Toni Servillo en su doble papel. Servillo, un actor cuya trayectoria hasta hace poco se ha enfocado más en el teatro, ha sido descubierto y aplaudido mundialmente gracias a su papel en "La gran belleza", y es perfecto para encarnar a los gemelos con sutileza.
El acierto es que aún preservando las diferentes personalidades de los hermanos (uno mucho más espontáneo y social, otro muy reflexivo y analítico) no se cae en un reduccionismo que haga un estereotipo de ellos. Toni Servillo, mira de una forma diferente en función del personaje, se mueve con más ligereza en uno que en otro caso, pero nunca sobreactúa. Esto es lo mejor del film, así como algunas de las ideas que el gemelo "suplente" transmite en los discursos políticos o en sus conversaciones con su asistente (también muy destacable la interpretación de Valerio Mastrandrea). Uno de los pensamientos más interesantes es la razón que para él explica porqué su hermano ha tenido ese declive a la hora de resultar inspirador y un líder dentro y fuera del partido: "Tiene miedo a vencer".
Sin embargo, el guión deja sin sustanciar muchas sombras. Abre algunos caminos que generan interés al espectador pero no acaba de rematarlos. Hubiera sido una oportunidad ahondar más en la fractura de la relación de los hermanos y su visión del otro, algo que habría mejorado la curva de emoción de la película que resulta un poco plana y monótona en la segunda mitad. Claramente resulta mucho más atractiva la vida del gemelo suplente que la forma en que el realizador ha desarrollado el tiempo del político huido en el contexto familiar y laboral de su amiga.
La temática de lo desgastado de las propuestas que los políticos están ofreciendo hoy en día es muy relevante así como algunos de los mensajes concretos que la película pasa, sin embargo no logra enganchar.
El mayor valor del film reside en contar con Toni Servillo, un actor único.
(Valoración 6.5 sobre 10)

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