GOODBYE BERLIN: HUMOR Y VITALISMO

Fatih Akin, el director alemán de ascendencia turca adapta el best seller de Wolfgang Herrndorf para el cine. Maik (Tristan Gobel) un chaval de 14 años, se siente frustrado al no haber sido invitado a la fiesta de la chica que le gusta. Junto con Tschick (Anand Batbileg), un joven inmigrante ruso recién llegado al colegio, inician un curioso viaje.

Se trata de una road movie, un esquema narrativo que ayuda a transmitir la evolución de los personajes. En este caso al tratarse de una historia de adolescentes aún está más marcado el impacto que tiene para ellos este viaje juntos. Cada episodio dentro del viaje plantea un desafío cuya resolución va revelando aspectos de los dos chavales. El guión está muy bien trabajado, tanto con respecto a las situaciones que presenta y la forma inesperada en que se resuelven, (bastante surrealista), como por el ritmo del film. Los dos personajes protagonistas caen bien siendo un acierto los chicos elegidos. Ambos tienen su punto, ya desde su físico bastante particular y llenan de frescura la pantalla. Maik, de una familia de dinero pero con graves problemas entre sus padres es bastante inseguro. Tschick, que da nombre al título original de la película, mucho más valiente y arriesgado, de mente más adulta. Inicialmente parecen tener como único punto en común el hecho de ser los "freakies" de la clase, pero a medida que experimentan todo tipo de situaciones rockambolescas se van compenetrando y aprendiendo el uno del otro.

Un tipo de humor que conecta fácilmente con el público. En lo formal el director tiene una manera muy personal de plantear determinados planos, dotándoles de un punto estético y original, usando colores fuertes y brillantes y una música que levanta mucho la acción, una forma juguetona de rodar totalmente en línea con la frescura general de la película. El hecho de utilizar el humor no significa que no toque temas relevantes como la necesidad de sentirse integrado, de ganar seguridad en uno mismo, la amistad y los primeros escarceos con el sexo opuesto. En el último año la temática adolescente abordada con humor ha dado buenos títulos, como "El novato" (Rudi Rosenberg), donde los protagonistas tenían en común ser los "raritos" de la clase o "Sing street" con la música como verdadero protagonista, aunque estas dos se movían en un mundo mucho más "light" que "Goodbye Berlin". (Valoración: 7 sobre 10).







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