MATRIA: GRANDE MARÍA VÁZQUEZ
El director español Álvaro Gago Díaz escribe el guion y dirige su ópera prima basada en un corto realizado por él mismo. Ramona (María Vázquez), es una mujer que vive en un pueblo costero en Galicia. Tiene una hija de 18 años, que se ha independizado. Ramona es una trabajadora incansable, una mujer peleona que siempre tira para adelante.
Gago escribe una historia donde la protagonista absoluta es Ramona, una mujer muy luchadora que parece estar enfadada con el mundo. Rara es la ocasión en la que conversa con alguien y no sale discutiendo, marchándose de forma airada. Las cosas no le son fáciles, todo se lo tiene que ganar a pulso, pasando de un trabajo precario al siguiente, pero también tiene un carácter donde la serenidad no parece tener cabida. El personaje tiene un gran arco, un viaje en el que Ramona deberá dejar atrás cosas que la acompañan desde hace mucho y que no le hacen bien, cosas que además no parecen encajar con su fuerte carácter y su aparente independencia. Es una mujer que no se permite llorar, flaquear, ni tampoco parar y reflexionar. Siempre pasa a la acción, a lo siguiente, para evitar profundizar en sus problemas internos no resueltos. Los demás personajes son muy secundarios, quizás podrían haber tenido más peso y haber dado más información de la vida de esta mujer, que nos hubiera explicado porqué ella es así, que la ha llevado a un punto donde algo tiene que cambiar. María Vázquez, presente en cada plano, hace una estupenda interpretación por la que se llevó merecidamente el premio a mejor actriz en el Festival de Málaga. (Valoración: 6. 5 sobre 10).
Gago escribe una historia donde la protagonista absoluta es Ramona, una mujer muy luchadora que parece estar enfadada con el mundo. Rara es la ocasión en la que conversa con alguien y no sale discutiendo, marchándose de forma airada. Las cosas no le son fáciles, todo se lo tiene que ganar a pulso, pasando de un trabajo precario al siguiente, pero también tiene un carácter donde la serenidad no parece tener cabida. El personaje tiene un gran arco, un viaje en el que Ramona deberá dejar atrás cosas que la acompañan desde hace mucho y que no le hacen bien, cosas que además no parecen encajar con su fuerte carácter y su aparente independencia. Es una mujer que no se permite llorar, flaquear, ni tampoco parar y reflexionar. Siempre pasa a la acción, a lo siguiente, para evitar profundizar en sus problemas internos no resueltos. Los demás personajes son muy secundarios, quizás podrían haber tenido más peso y haber dado más información de la vida de esta mujer, que nos hubiera explicado porqué ella es así, que la ha llevado a un punto donde algo tiene que cambiar. María Vázquez, presente en cada plano, hace una estupenda interpretación por la que se llevó merecidamente el premio a mejor actriz en el Festival de Málaga. (Valoración: 6. 5 sobre 10).
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