PARADISE IS BURNING: ORFANDAD

La sueca Mika Gustafson (“Silvana") escribe el guion y dirige este film. Laura (Bianca Delbravo), Mira (Dilvin Asaad) y Steffi (Saffira Mosberg) son tres hermanas entre 7 y 15 años que viven solas. Su madre hace meses que no aparece por la casa. Los servicios sociales tienen previsto visitarlas en una semana.
Esta historia nos puede recordar a la japonesa "Nadie sabe". Igual que sucedía en la película de Kore-eda, aquí, Laura la hermana mayor, tiene que ejercer de forma prematura de padre - madre, suplir sus funciones utilizando el ingenio para conseguir comida, que sus hermanas vayan al colegio, mantener una mínima disciplina diaria, y sobre todo que nadie se de cuenta de la situación en la que están. Ese conocimiento por parte de las autoridades puede llevar a la separación de las hermanas, algo que a Laura, la más consciente de ese peligro, le produce terror. La historia está rodada con mucha sensibilidad, evitando acentuar lo dramático de una situación que ya lo es y mucho. De forma casual Laura conoce a una mujer joven, Hanna (lda Engvoll), con la que establece una relación extraña. Nada tienen en común, pero las dos mujeres se divierten haciendo pequeñas transgresiones, más propias de adolescentes que de personas adultas. No se nos explica de forma clara porqué estas actividades son interesantes para la mujer, aunque su marco familiar nos lleva a pensar que está pasando por una crisis personal y esas pequeñas aventuras la evaden de su realidad. Es bonita la forma en que la directora nos muestra el amor entre las 3 hermanas, el instinto protector de Laura, y el sentido de pertenencia de las hermanas protagonistas a una comunidad de chicas del barrio, que parecen provenir también de familias desestructuradas y que se apoyan a nivel emocional. (Valoración: 7 sobre 10).