EL CINE QUE DEJO 2015

De todo el cine que se estrenó de Enero a Diciembre de este año, me quedo con 7 títulos. No se qué juicio es más valioso, si el que se hace nada más ver la película, mucho más estricto y detallado, o esta "segunda vuelta" en la que puede más una sensación general, donde manda mucho lo que se siente en el estómago, los fogonazos de imagen, y un sentimiento de "Sí, esta la volvería a ver". Con ese último criterio hago mi selección:

"El clan" (Trapero), inquietante film argentino que relata un escalofriante hecho real con la confección de un personaje con mayúsculas, el interpretado por Guillermo Francella.

 La islandesa "Rams" (Hakonarson), minimalista, singular, con un bellísimo final. LEER MAS.
"La lección" (Grozeva, Valchanov) thriller búlgaro de bajísimo presupuesto con una actriz magnífica ,Margita Gosheva.

"Girlhood" (Celinne Sciamma), una historia sobre la adolescencia y su problemática, centrada en un grupo de chicas de familias inmigrantes de los suburbios de Paris.

"Camino a la escuela" (Plisson), un documental sencillo y sensible con la educación como tema, un asunto que trata como nadie el cine francés.

"Birdman" (Iñarritu) un ejercicio de estilo, para algunos odioso, para otros inteligente, que nos devuelve al mejor Iñarritu, planteando una narrativa rupturista que hace que lo que ves sea toda una experiencia.
"Phoenix" (Petzold), mi favorita. No es la más perfecta (de hecho es bastante imperfecta), parte de una hipótesis que solo es creíble el tiempo que dura la película. Una historia trágica, mágica e hipnótica.
Como actores los dos grandes triunfadores han sido Carey Mulligan ("Lejos del mundanal ruido", "Sufragistas") y Michael Fassbender ("MacBeth", Steve Jobs). Con varios títulos interesantes también en 2016, ambos son versátiles y nunca se les ve a ellos, sino a los personajes que interpretan.
Y por supuesto, no podemos referirnos a 2015 sin mencionar la nueva entrega de La Guerra de las Galaxias ("El despertar de la fuerza"), no por ser una de las mejores películas, pero sí por su repercusión. Y es que, más allá de haber encantado a algunos por ser "exactamente lo que esperábamos" (entre los que me encuentro) y disgustar a otros por que es "la misma historia que ya me han contado", se ha convertido en el fenómeno del año que muestra que el ritual de ir al cine está muy vivo.