LA JUVENTUD: GRACIAS POR EXISTIR SORRENTINO¡¡
Despues de la maravillosa La gran belleza, Paolo Sorrentino toma por
protagonistas a dos amigos octogenarios, Fred Ballinger (Michael Caine),
un reputado director de orquesta y compositor retirado y Mick Boyle (Harvey Keitel),
director de cine en declive que está a punto de rodar una película que
quiere que sea el colofón a su carrera.
La película vuelve a ser una delicia para el intelecto.
Su definición de personajes, su forma de contar a nivel narrativo y estético,
el humor de sus diálogos y las grandes reflexiones, son buenos elementos cada uno por sí mismo y al juntarse explotan haciendo del visionado un auténtico placer.
Sorrentino dice que cuando escribió el guión lo hizo pensando en Michael Caine.
Un acierto total contar con él y con Keitel como su contrapunto. Con estos
dos personajes el director enfrenta
dos formas de entender la vida en ese momento vital, uno apático, con poco apetito por vivir, y el otro
inmerso en un proyecto que es el que le genera la ilusión y energía para seguir adelante.
El cineasta dice que le atrae muchísimo profundizar en la
vejez y que cree firmemente que la juventud es un estado mental, una actitud. Este es un tema recurrente en su filmografia como también lo es el éxito y su impacto en la persona que lo tiene (Un lugar donde quedarse, La gran belleza). Lo toca de nuevo aquí, por partida doble, tanto en el personaje interpretado por Paul Dano, como en el de Caine. En este último caso en el personaje coinciden ambos temas y su evolución a lo largo de la película resulta muy interesante.
El director incorpora su personal estética en la narración y la integra con naturalidad en la historia dejándonos planos bellísimos. Además de los diálogos tan incisivos y de los sabios pensamientos, hay muchísimos planos memorables. El plano fijo de Rachel Weisz "depositando" en Michael Caine (su
padre) reproches de toda una vida. La corta pero muy intensa interpretación de Jane Fonda como diva de Hoollywood, o la interpretación de "A simple song" de David Lang (canción nominada en los Oscar) que consigue sacar máxima emotividad. Sorrentino vuelve a hacer sentir, pensar y disfrutar. (Valoración: 9 sobre 10).
Comentarios
Publicar un comentario