BORG VS. McENROE: ANTITESIS
Janus Metz ("Armadillo") dirige este film sobre dos tenistas legendarios: John McEnroe y Bjorn Borg, y su célebre confrontación en la final de Winbledon de 1980.
Aunque los dos protagonistas son tenistas de élite, el film no es una película sobre el deporte, es un retrato psicológico que profundiza en las complejas y antitéticas personalidades de ambos. Hay un gran peso en el famoso y reñidísimo partido (considerado uno de los mejores de la historia del tenis) donde Borg podía conseguir su quinto Winbledon seguido o bien McEnroe consolidarse como el nuevo número uno y numerosos flashbacks para entender el porqué de sus formas de ser.
Lo más relevante del film es la perfecta simbiosis de los dos actores con sus personajes. Shia Labeouf (“Transformers”, “Pacto de silencio”) como McEnroe y el danés Sverrir Gudnanson como Borg. En los dos casos se parte de un gran parecido físico, pero además los actores han hecho un buen trabajo de integración del body language y la gestualidad de cada uno, de forma que consiguen recrear a los deportistas desde su interior.
La película nos recuerda mucho a la muy recomendable "Rush" (Ron Howard). Ambas contraponen a dos deportistas (Niki Lauda y James Hunt en “Rush”) que se enfrentan en una competición clave para sus carreras, dos personas con aproximaciones vitales y profesionales contrarias. "Rush" con una riqueza superior por el hecho de que el encuentro deportivo sobre el que se centra es el campeonato mundial que se desarrollaba a lo largo de un periodo de tiempo largo y sobre todo porque el recorrido vital de los dos hombres era también superior.
Aunque los dos protagonistas son tenistas de élite, el film no es una película sobre el deporte, es un retrato psicológico que profundiza en las complejas y antitéticas personalidades de ambos. Hay un gran peso en el famoso y reñidísimo partido (considerado uno de los mejores de la historia del tenis) donde Borg podía conseguir su quinto Winbledon seguido o bien McEnroe consolidarse como el nuevo número uno y numerosos flashbacks para entender el porqué de sus formas de ser.
Lo más relevante del film es la perfecta simbiosis de los dos actores con sus personajes. Shia Labeouf (“Transformers”, “Pacto de silencio”) como McEnroe y el danés Sverrir Gudnanson como Borg. En los dos casos se parte de un gran parecido físico, pero además los actores han hecho un buen trabajo de integración del body language y la gestualidad de cada uno, de forma que consiguen recrear a los deportistas desde su interior.
La película nos recuerda mucho a la muy recomendable "Rush" (Ron Howard). Ambas contraponen a dos deportistas (Niki Lauda y James Hunt en “Rush”) que se enfrentan en una competición clave para sus carreras, dos personas con aproximaciones vitales y profesionales contrarias. "Rush" con una riqueza superior por el hecho de que el encuentro deportivo sobre el que se centra es el campeonato mundial que se desarrollaba a lo largo de un periodo de tiempo largo y sobre todo porque el recorrido vital de los dos hombres era también superior.
En cualquier caso esta película de esquema clásico, está bien hecha, cuenta con dos buenas interpretaciones y podrá interesar a cualquiera, independientemente de ser o no aficionado al tenis, ya que las personalidades, obsesiones y “rituales” de los personajes son atractivas y la forma en que se construye la tensión alrededor del partido recrea similares sensaciones a las que pudo tener ese legendario partido en su momento. (Valoración: 6 sobre 10).
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