LA REVOLUCION SILENCIOSA: UNA BUENA HISTORIA

El director Lars Kraume ("El caso Fritz Bauer") dirige esta historia basada en un hecho real. Berlín 1956. Un grupo de chavales compañeros de clase, decide guardar un minuto de silencio en solidaridad con el pueblo húngaro en plena revolución contra los rusos. Lo que hacen casi como una travesura, se transforma en un problema capital para las autoridades.
La historia se construye a partir de un guión bien desarrollado que juega con los diferentes personajes y acontecimientos manteniendo el interés. Aunque es una película coral, destacan especialmente dos personajes. Theo (Leonar Sheicher) el típico “ travieso”, provocador, que no siempre mide las consecuencias de sus actos, y Erick (Jonas Dassler) un chaval atormentado con el peso de haber perdido a su padre de pequeño, interpretado por un actor que ya desde su rostro anguloso y con ojeras transmite una gran carga de dolor. La dinámica entre los chavales y el juego de sentimientos está bien manejado y no es tópico. Los más fuertes, los permeables a la situación de sus familias, los que ponen al frente sus principios, sus dudas sobre delatar o no a los iniciadores de la acción... La historia se enriquece además porque conocemos los contextos familiares de los jóvenes. La presión y chantaje de los investigadores del Ministerio de Educación desvela capítulos sobre el pasado de sus familias desconocidos para los chicos.
Una historia interesante sobre el periodo anterior a levantarse el Muro de Berlín, donde el miedo y la represión iban al alza. Un buen elenco de actores jóvenes y otros más conocidos como Leonard Zerhfeld (“Phoenix”) o Burghart  Klaubner ("El caso Fritz Bauer"), una producción cuidada con una hermosa fotografía. Quizás el único pero que se le puede poner es que la historia pese a estar basada en un hecho real se cuenta de forma un poco idealizada. (Valoración: 7 sobre 10).


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