TODOS LO SABEN: EL PASADO Y SU FACTURA
El reputado director iraní Asghar Farhadi (“El pasado”, “Nader y Simin, historia de una separación”) dirige esta película producida y rodada en España. Laura (Penélope Cruz) y sus dos hijos viajan a su pueblo de origen para asistir a la boda de su hermana Ana (Inma Cuesta). Durante la celebración desaparece la hija de Laura. Pedirán un rescate por ella.
El director crea historias donde suele ocurrir un suceso a partir del cual salen a la luz los conflictos entre los personajes. En este caso el catalizador es el secuestro. Todos los miembros de la familia se ponen en alerta y ese estado de estrés hace patente las diferentes personalidades, la calidad humana y las rencillas entre ellos. Todos sospechan de todos o sienten que se les oculta algo. Hay muchas cosas interesantes en esta historia, una de ellas el transcurrir en un pueblo, algo que sirve para hablar de las relaciones entre los miembros de una familia pero también de sus “extensiones” y su biografía con el resto del pueblo.
El guión se desarrolla de tal forma que inevitablemente involucra al espectador. Se van dejando entrever retazos sobre las relaciones pasadas entre los personajes y los rescoldos de esas vivencias. Pedazos de información que junto con la inclusión de ciertos planos o el hecho de destacar más a un personaje en tramos del relato generan un estado de incertidumbre y de sospechas que van recayendo en diferentes personajes. Hay una tensión constante, pero la película no es un thriller, es una historia sobre el peso del pasado y su factura.
El reparto es espectacular, muy bien trabado, destacando las interpretaciones de Penélope y Bardem. Ella una madre destrozada por el acontecimiento dándole el nivel de desgarro y desamparo justo, igualando o superando su trabajo en “Volver”. Bardem en un personaje que se enfrenta a situaciones emocionales complejas que él maneja con la gama de colores precisa. Un personaje que te hace pensar como reaccionarías si te sucediera algo así. Inma Cuesta y Elvira Minguez que parecen de verdad hermanas de Penélope. Eduard Fernández, Darín, Ramón Barea o Bárbara Lennie en papeles secundarios pero con peso. Todos impecables. Destacar también la fotografía de José Luis Alcaine con un enfoque realista pero con gran belleza.
Una historia tejida como una tela de araña. (Valoración: 8 sobre 10).
El director crea historias donde suele ocurrir un suceso a partir del cual salen a la luz los conflictos entre los personajes. En este caso el catalizador es el secuestro. Todos los miembros de la familia se ponen en alerta y ese estado de estrés hace patente las diferentes personalidades, la calidad humana y las rencillas entre ellos. Todos sospechan de todos o sienten que se les oculta algo. Hay muchas cosas interesantes en esta historia, una de ellas el transcurrir en un pueblo, algo que sirve para hablar de las relaciones entre los miembros de una familia pero también de sus “extensiones” y su biografía con el resto del pueblo.
El guión se desarrolla de tal forma que inevitablemente involucra al espectador. Se van dejando entrever retazos sobre las relaciones pasadas entre los personajes y los rescoldos de esas vivencias. Pedazos de información que junto con la inclusión de ciertos planos o el hecho de destacar más a un personaje en tramos del relato generan un estado de incertidumbre y de sospechas que van recayendo en diferentes personajes. Hay una tensión constante, pero la película no es un thriller, es una historia sobre el peso del pasado y su factura.
El reparto es espectacular, muy bien trabado, destacando las interpretaciones de Penélope y Bardem. Ella una madre destrozada por el acontecimiento dándole el nivel de desgarro y desamparo justo, igualando o superando su trabajo en “Volver”. Bardem en un personaje que se enfrenta a situaciones emocionales complejas que él maneja con la gama de colores precisa. Un personaje que te hace pensar como reaccionarías si te sucediera algo así. Inma Cuesta y Elvira Minguez que parecen de verdad hermanas de Penélope. Eduard Fernández, Darín, Ramón Barea o Bárbara Lennie en papeles secundarios pero con peso. Todos impecables. Destacar también la fotografía de José Luis Alcaine con un enfoque realista pero con gran belleza.
Una historia tejida como una tela de araña. (Valoración: 8 sobre 10).
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