UN NUEVO MUNDO: UN MUNDO INSACIABLE

El francés Stéphane Brizet ("La ley del mercado") co-escribe el guion y dirige esta película. Philip Lemesle (Vincent Lindon) es un alto ejecutivo de una multinacional que está pasando una época muy difícil. Lleva años dedicándose en cuerpo y alma al trabajo, algo que ha pasado factura a su matrimonio. Su esposa Anne (Sandrine Kiberlain) ha pedido el divorcio y la empresa está inmersa en una re-estructuración.
La historia se centra en la figura de Philip Lemesle directivo de una multinacional sobre el que recae una presión brutal en el trabajo y en lo personal. La compañía para la que trabaja le consume tiempo y energía ilimitados y su matrimonio ha quebrado, algo que él no esperaba. El director hace una crÍtica  acertada y realista al sistema, a la forma en que se gestiona el mundo empresarial, y en concreto las multinacionales, siempre dando una vuelta de tuerca más, insaciables a la hora de pedir más y más rentabilidad, donde los altos mandos van perdiendo ilusión, confianza, y aunque se dejan media vida y principios, difícilmente llegan a la expectativa. Brizet se aproxima muy bien a este hombre, y sin necesidad de casi diálogos, empatizamos con su situación. Un hombre con gran capacidad para encajar noticias desoladoras y que expresa poco su dolor, su desazón, su impotencia, pero que nos transmite muy bien su profunda pena. 

Las situaciones del entorno laboral, la dinámica de las reuniones, los jefes, todo está muy bien retratado. También la relación con su mujer. En pocas escenas con ella y su hijo, nos hacemos idea de cómo ha sido su matrimonio y la calidad humana de la pareja. Excelente la escena en la que un matrimonio está viendo la casa familiar que está en venta. Destaca sobremanera la capacidad interpretativa de Vincent Lindon, uno de los mejores actores franceses actuales como hemos visto en sus últimos trabajos, especialmente en “Titane”. (Valoración: 7 sobre 10).