MARIA CALLAS: SOBERBIO RETRATO, SOBERBIA ANGELINA
El director chileno Pablo Larraín ("El Club"), dirige este film. Años 70. La cantante María Callas (Angelina Jolie), vive sus últimos días en su casa de París. Muy sola, prácticamente solo la acompañan sus fieles empleados, Ferruccio (Pierfrancesco Favino) y Bruna (Alba Rohrwacher).
Esta película es la tercera ("Jackie", "Spencer"), que el director dedica a una mujer relevante de la historia, con una vida con grandes componentes dramáticos. Larraín tiene un estilo propio, estas tres historias nada tienen que ver con un biopic tradicional, lo que busca el director es transmitir los sentimientos, el estado del alma del personaje. En el caso de María Callas, "el sentimiento trágico de la vida" de esta mujer de talento formidable, pero muy desgraciada desde su infancia. El trato recibido por su madre y su relación con Onassis, que la dejó herida de muerte. La forma de contar la historia envuelve y consigue emocionar en muchos momentos. Incluye de diferentes maneras la música, de forma natural cuando ella ensaya, o vemos fragmentos de actuaciones en diferentes escenarios, pero también de forma muy bella en otras situaciones no realistas. La fotografía (Edward Lachman), la casa, el vestuario son exquisitos, un disfrute visual. Angelina Jolie está espléndida, muy bien trabajado el personaje en todas sus dimensiones, recogiendo el carácter de diva, con sus caprichos, su pequeñas venganzas, su tiranía, y su parte más vulnerable y entrañable. Consigue que se empatice con ella, con su honda tristeza, su miedo y a la vez su deseo de volver a cantar. Su nostalgia de momentos pasados y su aislamiento voluntario. Muy recomendable. (Valoración: 8 sobre 10).
Esta película es la tercera ("Jackie", "Spencer"), que el director dedica a una mujer relevante de la historia, con una vida con grandes componentes dramáticos. Larraín tiene un estilo propio, estas tres historias nada tienen que ver con un biopic tradicional, lo que busca el director es transmitir los sentimientos, el estado del alma del personaje. En el caso de María Callas, "el sentimiento trágico de la vida" de esta mujer de talento formidable, pero muy desgraciada desde su infancia. El trato recibido por su madre y su relación con Onassis, que la dejó herida de muerte. La forma de contar la historia envuelve y consigue emocionar en muchos momentos. Incluye de diferentes maneras la música, de forma natural cuando ella ensaya, o vemos fragmentos de actuaciones en diferentes escenarios, pero también de forma muy bella en otras situaciones no realistas. La fotografía (Edward Lachman), la casa, el vestuario son exquisitos, un disfrute visual. Angelina Jolie está espléndida, muy bien trabajado el personaje en todas sus dimensiones, recogiendo el carácter de diva, con sus caprichos, su pequeñas venganzas, su tiranía, y su parte más vulnerable y entrañable. Consigue que se empatice con ella, con su honda tristeza, su miedo y a la vez su deseo de volver a cantar. Su nostalgia de momentos pasados y su aislamiento voluntario. Muy recomendable. (Valoración: 8 sobre 10).
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