LA COMUNIDAD DE LOS CORAZONES ROTOS: ENTRAÑABLE
Samuel Benchetrit escribe el guión (basado en dos relatos suyos de 2005) y dirige esta pequeña joya. En un edificio en la periferia deprimida de París viven una serie de personas cuyo mayor punto en común es la soledad.
Seis son los dispares personajes que protagonizan esta historia con pinceladas de humor y sobre todo mucha ternura, un tono que es difícil de equilibrar pero que cuando se logra como en este caso, consigue conmover tanto en su aspecto emotivo como en el cómico. Todos los protagonistas son maravillosos, muy verdaderos. Con unos pocos rasgos muy visuales, Benchetrit comunica con precisión el perfil de cada uno. Personajes que entran en contacto por puro azar pero entre los que se construye una inesperada y verdadera relación. Las 3 parejas nos deleitan con escenas preciosas llenas de sensibilidad y humor blanco. La anciana marroquí (Tassadit Mandi) que aloja en su casa a un astronauta americano perdido (Michael Pitt), maravillosa la conversación que mantienen sobre el espacio, aún cuando no hablan el mismo idioma. Jeanne (Isabelle Huppert), actriz en declive que conecta con un adolescente (Jules Benchetrit) que le dice verdades como puños sin inmutarse, una relación donde los papeles se invierten, el chaval es mucho más maduro que ella. Comparten una escena donde ella está de resaca, escena llena de complicidad y de cambios de tono. Por último el vecino cutre del 1er piso (Gustave Kervern), el personaje más cómico, que conoce a una frágil y sentimental enfermera (Valeria Bruni-Tedeschi) que saca su lado más romántico.
Buenos personajes, un reparto de lujo, un guión muy bien hilado que alterna muy bien las historias y como avanzan. Es una película coral pero cada historia tiene el espacio necesario para desarrollarse. Su otra gran virtud es lo bien que juega con el tipo de emoción que va arrancando en cada momento.
Resulta un poco absurdo e inapropiado el título que ha recibido en España, adaptación libre del original "Asfalto", mucho más indicado y justo para el film, que hace referencia a la dureza tan propia de las macro ciudades de hoy en día. (Valoración: 8 sobre 10).
Seis son los dispares personajes que protagonizan esta historia con pinceladas de humor y sobre todo mucha ternura, un tono que es difícil de equilibrar pero que cuando se logra como en este caso, consigue conmover tanto en su aspecto emotivo como en el cómico. Todos los protagonistas son maravillosos, muy verdaderos. Con unos pocos rasgos muy visuales, Benchetrit comunica con precisión el perfil de cada uno. Personajes que entran en contacto por puro azar pero entre los que se construye una inesperada y verdadera relación. Las 3 parejas nos deleitan con escenas preciosas llenas de sensibilidad y humor blanco. La anciana marroquí (Tassadit Mandi) que aloja en su casa a un astronauta americano perdido (Michael Pitt), maravillosa la conversación que mantienen sobre el espacio, aún cuando no hablan el mismo idioma. Jeanne (Isabelle Huppert), actriz en declive que conecta con un adolescente (Jules Benchetrit) que le dice verdades como puños sin inmutarse, una relación donde los papeles se invierten, el chaval es mucho más maduro que ella. Comparten una escena donde ella está de resaca, escena llena de complicidad y de cambios de tono. Por último el vecino cutre del 1er piso (Gustave Kervern), el personaje más cómico, que conoce a una frágil y sentimental enfermera (Valeria Bruni-Tedeschi) que saca su lado más romántico.
Buenos personajes, un reparto de lujo, un guión muy bien hilado que alterna muy bien las historias y como avanzan. Es una película coral pero cada historia tiene el espacio necesario para desarrollarse. Su otra gran virtud es lo bien que juega con el tipo de emoción que va arrancando en cada momento.
Resulta un poco absurdo e inapropiado el título que ha recibido en España, adaptación libre del original "Asfalto", mucho más indicado y justo para el film, que hace referencia a la dureza tan propia de las macro ciudades de hoy en día. (Valoración: 8 sobre 10).
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