LAND OF MINE: TENSION PSICOLOGICA
Martin Zandvliet dirige esta película nominada al Oscar a Mejor Película Extranjera. Después de la victoria de los aliados en la 2ª Guerra
Mundial, los daneses utilizaron a soldados alemanes para desactivar las bombas que ellos mismos colocaron en tierras danesas. El sargento danés Ramussen (Rolland Moller) está al cargo de un grupo de soldados alemanes casi adolescentes que deben limpiar de
bombas las playas de la zona.
La belleza y serenidad del paisaje hace un contraste interesante con la crueldad
de la tarea asignada a los chavales, casi una ruleta rusa. El guión mantiene muy bien la tensión narrativa jugando con distintos niveles de intensidad
dentro del drama: intensidad media en los momentos de "cotidianidad" (cuando vemos las
condiciones en que trabajan, la falta de
comida, cómo se les trata, etc) e intensidad "máxima" cuando algunas
de las bombas explotan llevándose a algún chico por delante.
La forma de narrar es clásica y elegante, muy apropiada para el tipo de historia que cuenta. Rolland Moller (sargento Ramussen), un actor muy solvente, encarna al personaje clave ya que es quien sirve para ilustrar el mensaje que quiere pasar el director. Moller sufre una evolución en su percepción de los alemanes y lo que "se merecen" inicialmente y lo que siente después de hacerse cargo del grupo de muchachos. Su "viaje" da
algunos tumbos siendo el primero de ellos un poco ilógico, si bien esto no empaña la
credibilidad del personaje. El conjunto de personalidades de los chicos está bien trabajada, todos en estado de ansiedad ya que conviven constantemente con la muerte, pero cada uno de ellos se defiende de un forma. Sebastian, interpretado por el joven e inspirado Louis Hofmann, un buen actor con un gran fisico, que va convirtiéndose poco a poco en el leader gracias a su resistencia a la presión. Los gemelos Emil y Oscar Belton más débiles que se apoyan el uno al otro o Joel Bassman cuya capacidad de autocontrol le abandona a menudo.
Un film que cuenta una historia desconocida y aterradora que nos enfrenta al lado más oscuro del género humano (2000 soldados realizaron estas tareas en Dinamarca y murieron o resultaron heridos más de la mitad), si bien el mensaje de Zandvliet es que no es lo mismo odiar "en abstracto", odiar a un pueblo, que odiar a personas concretas, algo que nos reconcilia levemente con el hombre. (Valoración: 8 sobre 10).
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