"LA DESAPARICIÓN DE ELEANOR RIGBY", UN DRAMA FALLIDO
Los protagonistas de este film firmado por Ned Benson, realizador y guionista, son un joven matrimonio (Jessica Chastain y James MCavoy) que se separa a partir del
fallecimiento de su hijo. Benson nos cuenta cómo vive cada uno de ellos con posterioridad a este dramático suceso. Esta historia fue originalmente concebida como dos
films separados: "El" y "Ella", y así se presentó en el Festival de Toronto 2013, sin embargo ahora se estrena en una sola película.
Pese a lo dramático del argumento en general la película no consigue tocar. Parte de la responsabilidad la pueden tener las disfunciones del re-montaje en una sola unidad, pero sobre todo se debe a la elección del actor masculino, MCavoy, que no tiene carisma, no resulta creíble como pareja de Jessica Chastain, ni tiene ninguna química con ella. Tampoco ayuda la falta de originalidad de las situaciones elegidas por Benson para contarnos tanto la fase de enamoramiento de la pareja como su desmoronamiento. Estamos hartos de ver la escena de una pareja que se va sin pagar de un restaurante caro para demostrar su desbordante complicidad...
Lo más reseñable del film reside en Chastain, actriz con mucho talento y encanto, y de acting muy natural (aunque a épocas satura por su omnipresencia en las pantallas). El reparto de secundarios es de calidad y tiene cierta singularidad: Isabelle Huppert, William Hurt, Viola Davis, siendo esta última, por ser su personaje mejor elaborado, la que de ellos más aporta al film. De hecho lo mejor de la película son las escenas que comparte con Chastain donde la complicidad y relación de confianza que se genera entre ambas está bien contada. También es bonita y especial la escena con William Hurt, padre de Chastain, donde éste le cuenta una anécdota de la infancia de ella, consiguiendo por fin empatizar con su hija.
Pese a lo dramático del argumento en general la película no consigue tocar. Parte de la responsabilidad la pueden tener las disfunciones del re-montaje en una sola unidad, pero sobre todo se debe a la elección del actor masculino, MCavoy, que no tiene carisma, no resulta creíble como pareja de Jessica Chastain, ni tiene ninguna química con ella. Tampoco ayuda la falta de originalidad de las situaciones elegidas por Benson para contarnos tanto la fase de enamoramiento de la pareja como su desmoronamiento. Estamos hartos de ver la escena de una pareja que se va sin pagar de un restaurante caro para demostrar su desbordante complicidad...
Lo más reseñable del film reside en Chastain, actriz con mucho talento y encanto, y de acting muy natural (aunque a épocas satura por su omnipresencia en las pantallas). El reparto de secundarios es de calidad y tiene cierta singularidad: Isabelle Huppert, William Hurt, Viola Davis, siendo esta última, por ser su personaje mejor elaborado, la que de ellos más aporta al film. De hecho lo mejor de la película son las escenas que comparte con Chastain donde la complicidad y relación de confianza que se genera entre ambas está bien contada.
Si en resumen esta película no tiene alma, interesa mencionar otra con idéntico argumento (pareja
enamorada que no supera la muerte de un hijo y se separa) que sí la tiene, "Alabama Monroe". Magnífico drama belga nominado a mejor película extranjera (Oscars 2013). Su realizador, Felix van Groeningen, saca lo mejor de la pareja protagonista. Además, da en el clavo con los "robados" que muestran
primero el enamoramiento y luego el desencuentro del matrimonio a través de situaciones que no son lugares comunes ni en su planteamiento, ni en cómo están rodados. (Valoración: 5 sobre 10)
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