JACK: UN PERSONAJE CONMOVEDOR
El suizo Edward Berger, fundamentalmente vinculado al mundo de las series de TV, realiza y además firma el guión de este film. La historia nos acerca a Jack (Ivo Pietzcker), un niño de 11 años que vive con su hermano pequeño Manuel (Georg Arms) y su madre Sanna (Luise Heyer). Sanna es una joven madre soltera de vida anárquica que no asume el haber tenido dos hijos. Jack toma la responsabilidad sobre él y su hermano en las cada vez más frecuentes ausencias de Sanna.
El realizador hace una muy buena labor contándonos la
historia de este niño sin dramatizar en el
tono. Lo que nos cuenta ya es suficientemente dramático. Se centra en que cada
decisión que va tomando Jack según se presentan los problemas, sea lo más
realista y creíble posible para un chaval de su edad. Lo consigue gracias a la calidad del
guión, y a Ivo Pietzcker, el último niño de un gigantesco casting, una joya comunicando. Ivo está presente en cada plano, y consigue
con naturalidad y veracidad transmitir la necesidad que tiene de estar con su madre y las habilidades que ha desarrollado a la fuerza para
sobrevivir.
El tema del film, un niño obligado a
comportarse como adulto, niño que se encarama a la función de padre protector
de sus hermanos, la hemos visto anteriormente. En "Lore", (de la australiana Cate Shortland) donde los hijos de un militar nazi huyen en busca de la casa de su abuela liderados por la hermana mayor cuando cae Hitler, y en la especialmente brillante y devastadora "Nadie sabe" de Koreeda en el Tokio de nuestros días. Las tres historias tocan al espectador por el
contraste de la vulnerabilidad y la fortaleza de los protagonistas, la sensación de
angustia y al mismo tiempo de admiración de ver como van resolviendo cada
contratiempo. De las tres, "Jack", es la que se desarrolla en un ambiente menos hostil, y se enfrenta a
situaciones menos extremas, pero no por ello es menos conmovedora. El desenlace, además de sorprendente, termina de definir a Jack como un gran personaje. (Valoración: 8 sobre 10).
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