PATERSON: UNA JOYA EXTRAÑA
Jim Jarmusch ("Flores rotas", "Solo los amantes sobreviven"), dirige y escribe el guión. Paterson (Adam Driver) es un joven conductor de autobuses que vive en la pequeña ciudad de Paterson. Lleva una vida sencilla junto a su novia Laura (Golshifteh Farahani). Paterson escribe poesía a menudo.
Se trata de un film difícil de clasificar a la vez que resulta cautivador, con un encanto que aumenta según se avanza en la película y el espectador va entrando en la estructura narrativa y en la peculiaridad de su lenguaje. Cada plano y cada avance en la historia está milimetrado, el global de la película es muy bueno, pero el guión en si mismo es una joya.
El protagonista, Adam Driver ("Star Wars, el despertar de la fuerza") es perfecto para el papel, ya desde su físico, porque representa bien a un tipo ni guapo ni feo, pero que tiene algo que le hace un poco especial, y en cuanto a la forma de encarnar al personaje, lo hace desde la ecuanimidad del mismo. Paterson es alguien intrínsecamente bueno, paciente, y además, es poeta, una habilidad que él vive sin darle importancia ni creérselo. Su novia, un personaje estupendamente interpretado por Farahani que con su energía positiva y su creatividad pone los puntos más divertidos a la historia.
El film es una oda a la belleza de lo cotidiano, de las pequeñas cosas y al placer de la rutina y lo esperado. Jarmush plasma esta idea en un guión muy original que guarda un equilibrio perfecto entre lo emotivo/entrañable y los puntos de humor, un humor blanco también muy personal. El film incluye poemas del escritor americano Ron Padgett que aportan belleza y carácter a la película.
El ritmo que marca el director, la idea de aproximarse a la vida de Paterson fotografiando una semana y la tipología de los personajes, dan como fruto una película preciosa y singular que no se debe dejar de ver, cuyo lenguaje formal poco convencional inicialmente extraña pero luego engancha. (Valoración: 8 sobre 10).
Se trata de un film difícil de clasificar a la vez que resulta cautivador, con un encanto que aumenta según se avanza en la película y el espectador va entrando en la estructura narrativa y en la peculiaridad de su lenguaje. Cada plano y cada avance en la historia está milimetrado, el global de la película es muy bueno, pero el guión en si mismo es una joya.
El protagonista, Adam Driver ("Star Wars, el despertar de la fuerza") es perfecto para el papel, ya desde su físico, porque representa bien a un tipo ni guapo ni feo, pero que tiene algo que le hace un poco especial, y en cuanto a la forma de encarnar al personaje, lo hace desde la ecuanimidad del mismo. Paterson es alguien intrínsecamente bueno, paciente, y además, es poeta, una habilidad que él vive sin darle importancia ni creérselo. Su novia, un personaje estupendamente interpretado por Farahani que con su energía positiva y su creatividad pone los puntos más divertidos a la historia.
El film es una oda a la belleza de lo cotidiano, de las pequeñas cosas y al placer de la rutina y lo esperado. Jarmush plasma esta idea en un guión muy original que guarda un equilibrio perfecto entre lo emotivo/entrañable y los puntos de humor, un humor blanco también muy personal. El film incluye poemas del escritor americano Ron Padgett que aportan belleza y carácter a la película.
El ritmo que marca el director, la idea de aproximarse a la vida de Paterson fotografiando una semana y la tipología de los personajes, dan como fruto una película preciosa y singular que no se debe dejar de ver, cuyo lenguaje formal poco convencional inicialmente extraña pero luego engancha. (Valoración: 8 sobre 10).
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