EL CONTADOR DE CARTAS: CULPA Y SUFRIMIENTO
Paul Schrader que comenzó como guionista ("Taxi driver") para posteriormente dirigir también sus propias películas ("American gigolo”, “El reverendo"), nos sumerge de nuevo en una historia truculenta. William Tell (Oscar Isaac) ha salido de la cárcel, donde estuvo como consecuencia de irregularidades cometidas cuando pertenecía a un grupo del ejército especialista en interrogatorios. En prisión ha aprendido a jugar a las cartas y se ha convertido en un experto en la materia. En su nuevo trabajo como jugador profesional se cruza con Gordo (Willem Dafoe), que fue su jefe de escuadrón.
A Schrader le atraen muchísimo las historias de hombres torturados por un pasado escabroso. Sabe definir de forma única esos personajes enfermizos, llenos de sufrimiento, muertos por dentro, que parecen querer redimirse. Personajes a los que la vida ha tratado con severidad. El director idea rasgos, “manías”, sumamente extrañas que conforman personalidades turbadoras donde el espectador no sabe a que atenerse. Oscar Isaac, estupendo como siempre, da entidad a este ex-convicto, alguien que parece un ser pacífico, incluso amable, pero cuyo comportamiento es impredecible. Un juego que el director practica con muchísima habilidad.
A Schrader le atraen muchísimo las historias de hombres torturados por un pasado escabroso. Sabe definir de forma única esos personajes enfermizos, llenos de sufrimiento, muertos por dentro, que parecen querer redimirse. Personajes a los que la vida ha tratado con severidad. El director idea rasgos, “manías”, sumamente extrañas que conforman personalidades turbadoras donde el espectador no sabe a que atenerse. Oscar Isaac, estupendo como siempre, da entidad a este ex-convicto, alguien que parece un ser pacífico, incluso amable, pero cuyo comportamiento es impredecible. Un juego que el director practica con muchísima habilidad.
Schrader cuida de forma extraordinaria y meticulosa la iluminación, los escenarios, cada detalle, generando una sensación de frío, de terror de baja intensidad. Las historias de este director son muy psicológicas. Asperas e incómodas, muestran los demonios con los que muchas personas han de convivir. Es un director muy "quirúrgico", todo está muy estudiado, cada diálogo, cada situación. El final es coherente con la personalidad del personaje. (Valoración: 7 sobre 10).
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