MY BEAUTIFUL BAGHDAD: EL PESO DEL PASADO
El iraquí exiliado en Suiza, Samir con varios documentales a sus espaldas, dirige y firma el guion de este film. En un barrio de Londres hay un café regentado por un matrimonio iraquí, lugar de encuentro de muchos compatriotas exiliados. Allí trabaja de camarera Amal (Zahraa Ghandour) que huyó de su marido. Taufiq (Haitham Abdel- Razzaq), un poeta comunista y ateo con un doloroso pasado de culpa, acude cada día. También es asiduo Nasser, su sobrino, que se está radicalizando peligrosamente como consecuencia de su relación con el amán de una mezquita cercana.
Esta película trata sobre la persecución de la homosexualidad, la opresión hacia la mujer y la represión general de cualquier idea o pensamiento fuera de su ideario que ejercen los islamistas más radicales. El grupo de personajes que se congregan en el café tiene diferentes puntos de vista sobre esos temas, unos son muy críticos e incluso muestran de forma pública su opinión y rechazo de ciertas ideas, otros aunque están en un país occidental donde todo eso se acepta con normalidad, viven con miedo a expresar de forma obvia sus inclinaciones sexuales o sus relaciones con personas que no son iraquíes. Mientras unos quieren adoptar las costumbres y libertades del lugar donde residen, otros necesitan más que nunca seguir vinculados a la religión, creencias y costumbres de su país de origen. Esas dos formas de pensar y vivir entran en conflicto con consecuencias dramáticas. El guion se desarrolla de forma un tanto desordenada y confusa, tiene notas de thriller, pero es fundamentalmente una historia sobre el peso del pasado y lo difícil que resulta que determinados eventos y personas queden realmente atrás.
La película llega mucho sobre todo por la fuerza de los personajes de Amal y Taufiq, interpretados por dos actores con mucho magnetismo. Una historia triste y desesperanzada sobre la intolerancia. (Valoración: 6. 5 sobre 10).
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