LAS 8 MONTAÑAS: AMISTAD VERDADERA
Los directores y guionistas belgas Felix van Groeningen y Charlotte Vandermeersch ("Alabama Monroe”) dirigen y escriben el guion de esta película basada en el libro de Paolo Cognetti. Desde pequeño Pietro (Luca Marinelli) empieza a ir de vacaciones con sus padres a un pueblecito de montaña. En el pueblo solo hay un niño, Bruno (Alessandro Borghi). Los dos se hacen amigos, una amistad que pasará por etapas muy diferentes a lo largo del tiempo.
Después de filmar juntos la excelente “Alabama Monroe”, los 2 directores belgas vuelven a reunirse para contar de nuevo una historia en la que la pérdida tiene un papel principal. Es una película en la que se cuentan muchas cosas. En el centro está la amistad de los dos chicos a lo largo de los años, pasando etapas de fuerte unión, y otras de gran distanciamiento, y el largo camino de Pietro en la búsqueda de su lugar en el mundo. El rol del padre es el otro gran eje, padres ausentes los de los dos niños, por motivos muy diferentes, pero ausentes al fin y al cabo. De hecho, la difícil relación que Pietro tiene con su padre es uno de sus grandes temas a resolver. Además de la belleza de la historia desde el guion, y desde los lugares donde transcurre, la película cuenta con dos grandes actores, destacando especialmente Luca Marinelli, que nos enamoró completamente en "Martin Eden". Un actor carismático, que compone de forma exquisita sus personajes, aquí un chico que vive una larga crisis existencial. Muy evocadoras muchas de las escenas de los niños disfrutando de la libertad de estar en medio de la naturaleza a su aire. Precioso el detalle de cómo Pietro recompone en parte la historia con su padre en sus recorridos por las montañas de los Alpes.
Una historia intimista, de sentimientos, sobre el impacto de la paternidad en la construcción de la personalidad de los hijos, especialmente los varones, y el gran soporte que suponen las relaciones de amistad. (Valoración: 8 sobre 10).
Después de filmar juntos la excelente “Alabama Monroe”, los 2 directores belgas vuelven a reunirse para contar de nuevo una historia en la que la pérdida tiene un papel principal. Es una película en la que se cuentan muchas cosas. En el centro está la amistad de los dos chicos a lo largo de los años, pasando etapas de fuerte unión, y otras de gran distanciamiento, y el largo camino de Pietro en la búsqueda de su lugar en el mundo. El rol del padre es el otro gran eje, padres ausentes los de los dos niños, por motivos muy diferentes, pero ausentes al fin y al cabo. De hecho, la difícil relación que Pietro tiene con su padre es uno de sus grandes temas a resolver. Además de la belleza de la historia desde el guion, y desde los lugares donde transcurre, la película cuenta con dos grandes actores, destacando especialmente Luca Marinelli, que nos enamoró completamente en "Martin Eden". Un actor carismático, que compone de forma exquisita sus personajes, aquí un chico que vive una larga crisis existencial. Muy evocadoras muchas de las escenas de los niños disfrutando de la libertad de estar en medio de la naturaleza a su aire. Precioso el detalle de cómo Pietro recompone en parte la historia con su padre en sus recorridos por las montañas de los Alpes.
Una historia intimista, de sentimientos, sobre el impacto de la paternidad en la construcción de la personalidad de los hijos, especialmente los varones, y el gran soporte que suponen las relaciones de amistad. (Valoración: 8 sobre 10).
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