LA TIERRA PROMETIDA: PULSO CRUENTO
El danés Nikolaj Arcel ("Un asunto real"), firma esta película basada en la novela de Ida Jessen. Dinamarca 1755. Ludvig Von Kahlan (Mads Mikkelsen), es un militar que decide cultivar unas tierras en la inhóspita zona de los páramos para crear una colonia allí y conseguir por ello un título nobiliario. Cuando comienza su epopeya, entra en conflicto directo con un cruel terrateniente del lugar, Frederik De Schinkel (Simon Bennernjerg).
Esta historia es un duelo entre el militar y el terrateniente, una guerra abierta extendida en el tiempo. La historia profundiza en esa gran verdad de que en las personas, casi siempre, la fortaleza de cada uno, es a la vez su gran debilidad. El capitán del ejército encarnado por Mikkelsen tiene la virtud de ser tenaz, inasequible al desaliento, pero cuando su perseverancia se convierte en obstinación, en testarudez, pasa a ser una piedra en su zapato. El personaje se vuelve alguien deshumanizado, que llega a aceptar comportamientos totalmente fuera de sus propios valores. El personaje está bien definido. Por una parte, desde su biografía que hace que entendamos porqué él es así, su humilde procedencia le mueve a necesitar ser reconocido socialmente. Por otra, por la excelente interpretación de Mikkelsen. El actor hace una interpretación templada, de gestos medidos. Sutiles variaciones en su expresión nos dejan entender lo que piensa y siente. Su personaje tiene un pulso constante con un noble terrateniente que es, posiblemente, excesivamente malvado, roza el estereotipo. Al lado de los 2 hombres mujeres en personajes secundarios, pero claves. Son sabias y valientes. Anna Barbara, compañera de fatigas de Mikkelsen (Amanda Collin) y la noble Evel Helene (Kristine Kujah Throp). Una película que tiene cierta conexión con "Martin Eden" (disponible en fimin), un hombre de origen humilde que también tiene un objetivo muy claro en su vida y lucha durante años por conseguirlo.
Esta historia es un duelo entre el militar y el terrateniente, una guerra abierta extendida en el tiempo. La historia profundiza en esa gran verdad de que en las personas, casi siempre, la fortaleza de cada uno, es a la vez su gran debilidad. El capitán del ejército encarnado por Mikkelsen tiene la virtud de ser tenaz, inasequible al desaliento, pero cuando su perseverancia se convierte en obstinación, en testarudez, pasa a ser una piedra en su zapato. El personaje se vuelve alguien deshumanizado, que llega a aceptar comportamientos totalmente fuera de sus propios valores. El personaje está bien definido. Por una parte, desde su biografía que hace que entendamos porqué él es así, su humilde procedencia le mueve a necesitar ser reconocido socialmente. Por otra, por la excelente interpretación de Mikkelsen. El actor hace una interpretación templada, de gestos medidos. Sutiles variaciones en su expresión nos dejan entender lo que piensa y siente. Su personaje tiene un pulso constante con un noble terrateniente que es, posiblemente, excesivamente malvado, roza el estereotipo. Al lado de los 2 hombres mujeres en personajes secundarios, pero claves. Son sabias y valientes. Anna Barbara, compañera de fatigas de Mikkelsen (Amanda Collin) y la noble Evel Helene (Kristine Kujah Throp). Una película que tiene cierta conexión con "Martin Eden" (disponible en fimin), un hombre de origen humilde que también tiene un objetivo muy claro en su vida y lucha durante años por conseguirlo.
Una película muy cuidada en foto y ambientación, con muy buen reparto del primero al último de los actores, pero con 2 debilidades: un malo, malísimo, y un final que hace perder cierta credibilidad al film. Gran lucimiento para Mads Mikkelsen que encantará a sus admiradores entre los que me encuentro. (Valoración: 7 sobre 10).
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