DUNE PARTE 2: EXCESIVO METRAJE
Denis Villeneuve (“La llegada”, "Blade Runner 2049") dirige la segunda parte de Dune. Paul Atreides (Timothee Chalamet) y su madre (Rebecca Ferguson) se refugian en el desierto acogidos por los
Fremen. Allí Paul se preparará para ser el líder de ese pueblo ante una inminente Guerra Santa.
El lenguaje del film es grandioso, la estética elegante, minimalista, muy cuidada y la producción impecable. El guion sigue los estándares de una película de acción y aventuras. El único fallo es el metraje excesivo. Lo que sucede se alarga de forma innecesaria. La 1ª parte también era larga, pero resultaba lógicamente mucho más sorprendente, tenía la novedad de la espléndida puesta en escena, los personajes y elementos como los gusanos del desierto, la extraña y sobrecogedora religión que lidera Charlotte Rampling o los insectos asesinos. En la 2º parte se mantiene la buena composición de los personajes, todos ellos con una estudiada definición visual, por obra y gracia del excelente trabajo de maquillaje, peluquería y vestuarios. Los personajes son singulares en la forma y en el fondo, tienen misterio y unas motivaciones existenciales claras. Esa fortaleza de los personajes se redondea por el excelente casting de talentos jóvenes (Chalamet, Zendaya, Florence Pugh o Austin Butler), y actores veteranos (Javier Bardem, Christopher Walken o Charlotte Rampling). En la 2ª parte destaca Feyd- Rautha (Austin Butler), un psicópata en el cuerpo de un ser imponente que da terror. Son brillantes las carreras sobre gusanos a lo Ben- Hur por el desierto. Una película que proporciona un gran disfrute visual pero a la que hay que ir mentalizado en cuanto a su duración. (Valoración: 6. 5 sobre 10).
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