YO TONYA: MALTRATADA POR TODOS
El director Craig Gillespie ("Lars y una chica de verdad") dirige esta película basada en la vida de la patinadora olímpica estadounidense Tonya Harding (la primera americana en hacer el triple axel) centrada en el escándalo deportivo de 1994. Desde muy niña lo que más deseaba Tonya (Margot Robbie) era destacar en el patinaje. De una manera muy "particular" su madre Lavona (Allison Janney), la empujó a conseguirlo.
La dureza de la vida de esta deportista es máxima, y por tanto lo es la película. La base es un buen guión de Steven Rogers con una estructura donde se intercala la acción con extractos de testimoniales de los diferentes protagonistas, aparentemente para dar la visión (no coincidente) de cada uno de ellos, aunque el punto de vista de la película es el de Tonya. De forma esporádica hay puntos de humor que alivian la elevada carga dramática. El director cuenta de forma brillante la historia de esta chica con un don para patinar pero con un clima de máxima hostilidad en lo personal. Gillespie hace un trabajo remarcable a la hora de captar la esencia de la personalidad de Tonya, su fortaleza, su perseverancia, su vulnerabilidad. Una mujer maltratada en todos sus ámbitos. Elige situaciones que resultan muy ilustrativas para explicar lo convulso de su vidad. La injusta y dolorosa relación con su madre y la montaña rusa emocional con su marido. Mención especial merecen las escenas de patinaje. Espectaculares. Captan el tipo de deportista que era Tonya, energética, fisica, contundente, y su disfrute practicando este deporte.
Resultan estremecedoras las interpretaciones de Margot Robbie ("El lobo de Walt Street") y de Janney. Robbie es una sorpresa, en un papel muy exigente está creible, con muchos matices, la escena frente al espejo en la que pasa de forma intermitente de la risa al llanto intentando recomponerse para salir a patinar, es impresionante. En el personaje de la madre, oscuro donde los haya, está Allison Janney ("El ala oeste de la Casa Blanca"), con una interpetación magnífica que revuelve las tripas.
Una magnífica película casi ignorada en los Oscars. Lo cierto es que nos quedamos con ganas de una segunda entrega sobre cómo Tonya superó este episodio que truncó lo que durante muchos años daba sentido a su vida. (Valoración: 8 sobre 10).
La dureza de la vida de esta deportista es máxima, y por tanto lo es la película. La base es un buen guión de Steven Rogers con una estructura donde se intercala la acción con extractos de testimoniales de los diferentes protagonistas, aparentemente para dar la visión (no coincidente) de cada uno de ellos, aunque el punto de vista de la película es el de Tonya. De forma esporádica hay puntos de humor que alivian la elevada carga dramática. El director cuenta de forma brillante la historia de esta chica con un don para patinar pero con un clima de máxima hostilidad en lo personal. Gillespie hace un trabajo remarcable a la hora de captar la esencia de la personalidad de Tonya, su fortaleza, su perseverancia, su vulnerabilidad. Una mujer maltratada en todos sus ámbitos. Elige situaciones que resultan muy ilustrativas para explicar lo convulso de su vidad. La injusta y dolorosa relación con su madre y la montaña rusa emocional con su marido. Mención especial merecen las escenas de patinaje. Espectaculares. Captan el tipo de deportista que era Tonya, energética, fisica, contundente, y su disfrute practicando este deporte.
Resultan estremecedoras las interpretaciones de Margot Robbie ("El lobo de Walt Street") y de Janney. Robbie es una sorpresa, en un papel muy exigente está creible, con muchos matices, la escena frente al espejo en la que pasa de forma intermitente de la risa al llanto intentando recomponerse para salir a patinar, es impresionante. En el personaje de la madre, oscuro donde los haya, está Allison Janney ("El ala oeste de la Casa Blanca"), con una interpetación magnífica que revuelve las tripas.
Una magnífica película casi ignorada en los Oscars. Lo cierto es que nos quedamos con ganas de una segunda entrega sobre cómo Tonya superó este episodio que truncó lo que durante muchos años daba sentido a su vida. (Valoración: 8 sobre 10).
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