COLETTE: SIN PENA NI GLORIA
Wash Westmoreland ("Siempre Alice") dirige esta película sobre la escritora francesa Colette. Francia 1810, Sidonie- Gabrielle Colette (Keira Knigthley) se enamora de Willy (Dominic West) un hombre de extraordinaria personalidad, escritor muy conocido en la sociedad parisina.
La película pivota sobre estos dos personajes. Él inteligente, manipulador, egoísta y sin escrúpulos bien interpretado por Dominic West ("The square"). El actor sabe ser charming y deleznable a partes iguales. Por su parte Keira encarna bien al personaje aunque a veces de forma demasiado neutra. El guión explica de forma convincente la evolución de esta joven con talento para escribir, que a partir de su boda con Willy deja atrás la vida convencional en la casa familiar para descubrir el París más intelectual y liberal. Keira transmite esa admiración por su pareja que le hace transigir al inicio con que no se la reconozca como la autora de los libros que firma su marido, para ir mutando hacia la construcción de su propia identidad. El cambio de ella está en gran parte ligado al deterioro de su relación amorosa. Su bisexualidad comienza casi como una rebeldía. Los dos actores se compenetran y hacen convincente la relación, sus altibajos, los golpes bajos y cómo los encajan.
El film es correcto, interesa el viaje progresivo de Colette hacia la independencia, a clamar por su talento y por no esconder su bisexualidad en unos tiempos en los que esta conducta era sumamente escandalosa. Y es también curiosa la historia de la pareja que se constituyó como un matrimonio de "celebrities" de la época. Sin embargo, la película se hace larga. La forma de abordar las escenas que cuentan las crisis y los hitos en la relación de la pareja no tienen la fuerza o singularidad suficiente.
Actualmente está en cartelera “La buena esposa” donde también se trata el tema de una mujer que escribe en secreto lo que publica su marido, pero ahí cuesta entender la eterna resignación de ella. (Valoración: 6 sobre 10).
La película pivota sobre estos dos personajes. Él inteligente, manipulador, egoísta y sin escrúpulos bien interpretado por Dominic West ("The square"). El actor sabe ser charming y deleznable a partes iguales. Por su parte Keira encarna bien al personaje aunque a veces de forma demasiado neutra. El guión explica de forma convincente la evolución de esta joven con talento para escribir, que a partir de su boda con Willy deja atrás la vida convencional en la casa familiar para descubrir el París más intelectual y liberal. Keira transmite esa admiración por su pareja que le hace transigir al inicio con que no se la reconozca como la autora de los libros que firma su marido, para ir mutando hacia la construcción de su propia identidad. El cambio de ella está en gran parte ligado al deterioro de su relación amorosa. Su bisexualidad comienza casi como una rebeldía. Los dos actores se compenetran y hacen convincente la relación, sus altibajos, los golpes bajos y cómo los encajan.
El film es correcto, interesa el viaje progresivo de Colette hacia la independencia, a clamar por su talento y por no esconder su bisexualidad en unos tiempos en los que esta conducta era sumamente escandalosa. Y es también curiosa la historia de la pareja que se constituyó como un matrimonio de "celebrities" de la época. Sin embargo, la película se hace larga. La forma de abordar las escenas que cuentan las crisis y los hitos en la relación de la pareja no tienen la fuerza o singularidad suficiente.
Actualmente está en cartelera “La buena esposa” donde también se trata el tema de una mujer que escribe en secreto lo que publica su marido, pero ahí cuesta entender la eterna resignación de ella. (Valoración: 6 sobre 10).
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