SEBERG: DESTRUCCIÓN

El americano Benedict Andrews ("Una"), dirige esta película sobre un periodo muy crítico de la vida de la actriz americana Jean Seberg. En plena revolución del 68, Jean Seberg (Kristen Stewart), que vive en París con su marido Romain Gary (Yvan Attal) y su hijo, viaja a estados Unidos para hacer el casting de una película. En el viaje conoce a un activista negro, Hakim Jamal (Anthony Mackie) con el que simpatiza, y empieza a apoyar esa causa de forma explícita. El agente del FBI Solomon (Jack O'Conell), será uno de los agentes designados a espiarla.
Estamos ante un biopic donde la historia se centra en unos sucesos que marcaron de forma dramática la vida, y prácticamente, también la muerte prematura de la actriz, conocida especialmente por el éxito de  "Al final de la escapada" (Jean-Luc Godard). Su relación con un activista, su apoyo mediático y financiero a la causa negra, en particular al Partido Pantera Negra, en los últimos años de la era Hoover la llevaron a ser objetivo del FBI, algo que marcó para ella un camino de destrucción con trágicas consecuencias. La historia tiene interés, estéticamente está muy cuidada, pero el tratamiento general resulta un poco plano.
Kristen Stewart sigue en buena progresión, eligiendo papeles donde puede lucirse y trasmitir ese punto de profunda nostalgia, honda pena que lleva en los ojos. Interpreta bien, aunque no se produce esa simbiosis entre personaje y actriz que veíamos en "Judy" gracias a una Renee Zellweger que por su forma de moverse, sus gestos, su forma de estar en el escenario, (no por tener parecido físico), era realmente Judy Garland.
Kristen está bien acompañada por Anthony Mackie que nos conquistó en el estupendo thriller bélico "71", pero es un personaje al que el guion debería haber ayudado a tener más profundidad y dar más credibilidad a algunas de sus decisiones. Sin embargo, la relación de la actriz con su marido si resulta verosímil, aún cuando suceden muchas cosas entre ellos que podrían dificultar que entendiéramos la lealtad inquebrantable de Romain Gary hacia ella. También disfrutamos nuevamente de Margaret Qualley, una cara nueva que claramente tiene todas las papeletas para tener una próspera carrera después de presentarse en "Erase una vez en Hollywood", en un pequeño pero muy agradecido papel. Interesante conocer la historia de Seberg, y entretenida de ver. (Valoración: 6 sobre 10).



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