MEDITERRANEO: HISTORIA DE UN CAMBIO
Marcel Barrena ("100 metros") dirige este film basado en la historia de Oscar Camps fundador de la ONG Open Arms. Oscar (Eduard Fernández) es un socorrista que trabaja en la playa de Badalona en una empresa que dirige con otros socios. Cuando salta a los medios la foto del niño sirio de 3 años, Aylan Kurdi, ahogado en una playa de Turquía en 2015, decide ir a Lesbos urgentemente para intentar ayudar.
Cuando se sabe que esta película trata del fundador de Open Arms, se puede pensar que se va a tratar de una pieza propagandística y que eso sea disuasorio. Sin embargo, y como el propio Eduard Fernández ha dicho en muchas entrevistas, lo que se cuenta es cómo una persona impactada por un suceso, cambia radicalmente de vida. La historia se centra en el proceso interior de Óscar y su necesidad de ponerse en primera línea. Oscar, se zambulle en el problema de cabeza. Eduard Fernández, uno de los grandes de nuestro cine, hace una soberbia interpretación y traslada el retrato de una persona que se compromete con esta causa que para él es apolítica, su planteamiento es muy simple: hay gente que se está ahogando cada día y él es socorrista. Una persona en cuyo pasado no se abunda, pero se deja ver que no ha sido fácil. Parece haberse equivocado en cosas importantes, y entre otras, arrastra relaciones dañadas como la que tiene con su propia hija, Esther (Anna Castillo), que también acude a Lesbos. El director se acerca bien al protagonista y saca el máximo partido de un actor tan excepcional como Eduard Fernández. Anna Castillo no se queda atrás, su naturalidad y calidad como actriz permiten la perfecta compenetración con Eduard Fernández siendo muy creíble la relación padre- hija. Dani Rovira está correcto en su papel.
Cuando se sabe que esta película trata del fundador de Open Arms, se puede pensar que se va a tratar de una pieza propagandística y que eso sea disuasorio. Sin embargo, y como el propio Eduard Fernández ha dicho en muchas entrevistas, lo que se cuenta es cómo una persona impactada por un suceso, cambia radicalmente de vida. La historia se centra en el proceso interior de Óscar y su necesidad de ponerse en primera línea. Oscar, se zambulle en el problema de cabeza. Eduard Fernández, uno de los grandes de nuestro cine, hace una soberbia interpretación y traslada el retrato de una persona que se compromete con esta causa que para él es apolítica, su planteamiento es muy simple: hay gente que se está ahogando cada día y él es socorrista. Una persona en cuyo pasado no se abunda, pero se deja ver que no ha sido fácil. Parece haberse equivocado en cosas importantes, y entre otras, arrastra relaciones dañadas como la que tiene con su propia hija, Esther (Anna Castillo), que también acude a Lesbos. El director se acerca bien al protagonista y saca el máximo partido de un actor tan excepcional como Eduard Fernández. Anna Castillo no se queda atrás, su naturalidad y calidad como actriz permiten la perfecta compenetración con Eduard Fernández siendo muy creíble la relación padre- hija. Dani Rovira está correcto en su papel.
Es bonito el juego que hace el director incluyendo planos muy estéticos de un apacible mar Mediterráneo (preciosa dirección de foto de Kiko de la Rica), que contrastan con ser a la vez el escenario de tragedia y muerte de tantos inmigrantes. (Valoración: 6.5 sobre 10).
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