LUZZU: LA VIDA REAL
Alex Camilleri escribe el guion y dirige esta película. Jesmark (Jesmark Scicluna) es pescador, tiene un luzzu, un pequeño barco que ha ido pasando de padres a hijos, heredado de su bisabuelo. Su trabajo es su pasión, pero cada vez saca menos dinero. Jesmark está casado y tiene un bebé que está teniendo algunos problemas de salud.
La historia que nos trae Camilleri es muy sencilla y llega muy bien, una historia muy real donde aunque el protagonista es pescador, representa a tantas otras profesiones de toda la vida que por distintas razones, están desapareciendo. Una de las grandes virtudes del guion es que se mantiene en la normalidad, nada es exagerado ni extremo, es la vida real. Muestra cómo un hogar que funciona económicamente de milagro, se desencaja en cuanto una partida del presupuesto familiar se incrementa y ese elemento hace temblar la relación de la pareja y el suelo que pisa el protagonista. El actor consigue la empatía del espectador. Un hombre callado, trabajador, con un mundo un tanto pequeño muy circunscrito a la pesca y al mar, tiene que plantearse si renuncia o no a sus principios éticos, a seguir en el oficio que ama y que se ha ido traspasando de generación en generación. Un decisión vital sobre a qué dar prioridad en su vida, ¿mantener a su familia o renunciar a su esencia?.
La historia que nos trae Camilleri es muy sencilla y llega muy bien, una historia muy real donde aunque el protagonista es pescador, representa a tantas otras profesiones de toda la vida que por distintas razones, están desapareciendo. Una de las grandes virtudes del guion es que se mantiene en la normalidad, nada es exagerado ni extremo, es la vida real. Muestra cómo un hogar que funciona económicamente de milagro, se desencaja en cuanto una partida del presupuesto familiar se incrementa y ese elemento hace temblar la relación de la pareja y el suelo que pisa el protagonista. El actor consigue la empatía del espectador. Un hombre callado, trabajador, con un mundo un tanto pequeño muy circunscrito a la pesca y al mar, tiene que plantearse si renuncia o no a sus principios éticos, a seguir en el oficio que ama y que se ha ido traspasando de generación en generación. Un decisión vital sobre a qué dar prioridad en su vida, ¿mantener a su familia o renunciar a su esencia?.
Interesante.
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