SUBURBICON: MAS COEN QUE CLOONEY
George Clooney ("Los idus de Marzo", "Buenas noches y buena suerte") dirige un guión de Joel y Ethan Coen. En los años 50, en un barrio residencial aparentemente idílico vive una familia formada por Gadner Lodge (Matt Damon), su esposa (Julianne Moore) en silla de ruedas y su hijo Nicky de unos 10 años (Noah Jupe). Dos sucesos rompen la tranquilidad del lugar, por una parte, una familia negra se instala en la urbanización, y por otra unos ladrones entran en la casa de los Lodge.
Con esta película recuperamos la mejor versión de Clooney. Tras su última película ("Monuments men") donde el código empleado desperdiciaba la potencia de la historia, Clooney vuelve a demostrar que es un buen y versátil director al que parece no resistírsele ningún género.
La historia es 100% Coen, un thriller con el humor corrosivo propio de los hermanos y esos personajes geniales, esa habilidad única para crear malvados. Unos "amateur", mezquinos y patéticos y otros profesionales pero a menudo poco inteligentes de forma que los desmitifican, ni les admiramos ni les tememos, nos hacen reir inevitablemente.
Clooney saca buen partido de la historia y la rueda siendo fiel al estilo de los Coen, si se le puede reprochar algo es que parece más un "producto Coen" que un trabajo con sello Clooney. Con escenas divertidísimas y memorables como la carrera en bici de Damon, un casting brillante de la mano de Ellen Chenoweth (habitual colaboradora de Clooney y Coen, con un trabajo especilamente brillante en "Ave Cesar") y una estética muy fotogénica. Los actores perfectos, destacando Matt Damon, que borda una vez más un personaje con un acentuado lado oscuro, Oscar Isaac como un avispado agente de seguros y el niño Noah Jupe.
Aunque puede parecer solo una comedia, tiene su carga de profundidad, tras esa aparente perfección de la sociedad americana hay mucha suciedad bajo la alfombra de cada casa, por no hablar del rechazo frontal de toda una comunidad a que una familia negra "destroce" la armonía de la urbanización. (Valoración: 7 sobre 10).
Con esta película recuperamos la mejor versión de Clooney. Tras su última película ("Monuments men") donde el código empleado desperdiciaba la potencia de la historia, Clooney vuelve a demostrar que es un buen y versátil director al que parece no resistírsele ningún género.
La historia es 100% Coen, un thriller con el humor corrosivo propio de los hermanos y esos personajes geniales, esa habilidad única para crear malvados. Unos "amateur", mezquinos y patéticos y otros profesionales pero a menudo poco inteligentes de forma que los desmitifican, ni les admiramos ni les tememos, nos hacen reir inevitablemente.
Clooney saca buen partido de la historia y la rueda siendo fiel al estilo de los Coen, si se le puede reprochar algo es que parece más un "producto Coen" que un trabajo con sello Clooney. Con escenas divertidísimas y memorables como la carrera en bici de Damon, un casting brillante de la mano de Ellen Chenoweth (habitual colaboradora de Clooney y Coen, con un trabajo especilamente brillante en "Ave Cesar") y una estética muy fotogénica. Los actores perfectos, destacando Matt Damon, que borda una vez más un personaje con un acentuado lado oscuro, Oscar Isaac como un avispado agente de seguros y el niño Noah Jupe.
Aunque puede parecer solo una comedia, tiene su carga de profundidad, tras esa aparente perfección de la sociedad americana hay mucha suciedad bajo la alfombra de cada casa, por no hablar del rechazo frontal de toda una comunidad a que una familia negra "destroce" la armonía de la urbanización. (Valoración: 7 sobre 10).
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