MULA: EASTWOOD IS BACK
Clint Eastwood ("Million dolard baby", "Francotirador") dirige esta película inspirada en un hecho real. Earl (Clint Eastwood) es un floricultor octogenario con graves problemas económicos. Por casualidad le surge la posibilidad de cobrar importantes cantidades de dinero por transportar "ciertos materiales". Después de varios viajes comienza a estar en el punto de mira de la DEA, en particular del agente Bates (Bradley Cooper).
Después del traspiés de "15.17 tren a Paris", una película que no está al nivel de Eastwood, el cineasta vuelve con una historia que él considera ligada a "Gran Torino". En "Mula" lo central es su personaje, de hecho, el personaje es la película. Earl es alguien sociable, afable, que brilla fuera de su casa, en las ferias de floricultura, con sus vecinos, pero que en su hogar está desaparecido, de ahí su fracaso matrimonial y su nefasta relación con su ex y su hija. Una persona con ciertas áreas de inmadurez sobre las que evolucionará. La historia comienza en un momento crítico para el personaje por su situación financiera, pero al mismo tiempo un momento de cambio interno. Como actor Eastwood tiene esa autenticidad y carisma incontestable que hacen que Earl nos encante y le perdonemos los "pequeños errores" que comete.
El guión cuenta muy bien esta historia singular centrándose totalmente en el protagonista planteando situaciones que plasman su forma de ser y que nos muestran sus facetas. Un hombre amable, divertido, disfrutón que sabe salir de los aprietos con una naturalidad y temple increíbles. Un señor mayor, educado, aparentemente inofensivo, la última persona que relacionaríamos con el tráfico de drogas. Earl normaliza esta forma de ganarse la vida, trata al jefe del cartel (un casi irreconocible Andy García) o a sus peligrosos compañeros como antes trataba a los trabajadores de su finca.
Después del traspiés de "15.17 tren a Paris", una película que no está al nivel de Eastwood, el cineasta vuelve con una historia que él considera ligada a "Gran Torino". En "Mula" lo central es su personaje, de hecho, el personaje es la película. Earl es alguien sociable, afable, que brilla fuera de su casa, en las ferias de floricultura, con sus vecinos, pero que en su hogar está desaparecido, de ahí su fracaso matrimonial y su nefasta relación con su ex y su hija. Una persona con ciertas áreas de inmadurez sobre las que evolucionará. La historia comienza en un momento crítico para el personaje por su situación financiera, pero al mismo tiempo un momento de cambio interno. Como actor Eastwood tiene esa autenticidad y carisma incontestable que hacen que Earl nos encante y le perdonemos los "pequeños errores" que comete.
El guión cuenta muy bien esta historia singular centrándose totalmente en el protagonista planteando situaciones que plasman su forma de ser y que nos muestran sus facetas. Un hombre amable, divertido, disfrutón que sabe salir de los aprietos con una naturalidad y temple increíbles. Un señor mayor, educado, aparentemente inofensivo, la última persona que relacionaríamos con el tráfico de drogas. Earl normaliza esta forma de ganarse la vida, trata al jefe del cartel (un casi irreconocible Andy García) o a sus peligrosos compañeros como antes trataba a los trabajadores de su finca.
Una maravilla que a sus 89 años Clint Eastwood nos siga deleitando con su trabajo de director y su talento como actor. Un placer disfrutar de sus arrugas y de cómo legitima cada personaje que hace. (Valoración: 7. 5 sobre 10)
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